Borja Bastón y su patrón con los penaltis
Tras su fallo en el encuentro ante la Ponferradina, entre la afición azul nace el debate de si es un verdadero especialista y si merece seguir lanzándolos. Desde FondoSegunda os traemos algunas de las claves.
Por refrescar un poco la memoria de nuestros lectores, hay que recordar que el ariete madrileño ha lanzado 32 penaltis a lo largo de su carrera y ha anotado 26, por lo que cuenta con una efectividad del 81%. El Real Oviedo es el club con el que más fallos ha cometido, pero también donde más penas máximas ha lanzado. Bastón, a lo largo de esta temporada y media, ha anotado 11 de los 15 penaltis que ha lanzado, lo que significa un 73% de efectividad.
Un patrón común: los momentos clave
Con esos porcentajes, queda resuelta la duda de si es un lanzador fiable o no. Los números le avalan y el delantero azul marca la mayoría de los que lanza, con un buen porcentaje de efectividad a lo largo de su carrera (no tanto como jugador carbayón). Pero si investigamos cómo han sido esos fallos, se puede observar que siguen un patrón común: la mayoría han llegado en momentos clave, cuando el equipo tenía mucho en juego.
Sin ir más lejos, el pasado sábado, con 1-1 en el marcador, falló el penalti en el 96′, algo que comienza a ser habitual. Ya la temporada pasada tuvo dos errores en momentos similares. Con 0-1 en el marcador y puntos en juego, el ariete ya falló en el descuento ante la Real Sociedad B, después de que Zubiaurre le adivinase las intenciones. En Lugo, también con el mismo resultado en contra, Whalley le paró el disparo, pero por suerte el colegiado mandó repetirlo y a la segunda sí consiguió anotar (este fallo no consta en el registro, evidentemente).
Otro fallo que le costó muy caro al conjunto asturiano fue en la jornada 41 del curso pasado. Corría el 71′ de juego, 3-3 en el marcador contra el Zaragoza. Bastón lanzaba para poner por delante a los suyos pero Christian Álvarez, todo un experto, logró detenerlo. Ese gol muy probablemente hubiese dado un playoff a los azules.
De esos penaltis que el ariete no ha conseguido materializar, vemos que la mayoría llegan en las segundas partes. A lo largo de su carrera solo erró uno en los primeros 45 minutos: fue en la temporada 13/14, con el Depor y ante el Sporting, cuando el conjunto gallego iba perdiendo por 0-1. El resto (5 de 6), llegan en los segundos tiempos.
Bastón es muy efectivo en los primeros tiempos. Cuando aún queda mucho por delante, el delantero no perdona, y así ha dado una gran cantidad de puntos a su equipo durante este periodo (este año, sin ir más lejos, ya le ha dado al Oviedo 9 puntos con sus goles de penalti).
Por tanto, parece que más que un problema de si es especialista o no (que lo es), parece evidente que no lleva bien los momentos de máxima tensión, cuando su penalti puede suponer el tanto de los tres puntos.
Borja, fuerte mentalmente
La temporada pasada ya se discutió sobre si debía seguir lanzando los penaltis o no. La realidad es que Borja nunca dudó y siguió aceptando la responsabilidad. Habrá que ver si este año hace lo propio o si opta por dejárselos a un compañero.
El pasado sábado volvió a echarse la responsabilidad encima, y lo cierto es que si miras a los once que estaban sobre el terreno de juego, no había ninguno que ofreciera garantías para lanzarlo, ni que fuese un habitual desde los once metros.
Y si echas un vistazo a la plantilla en general, tampoco. A priori puede parecer que Enrich es la solución, pero el delantero menorquín tan solo ha lanzado un penalti en su carrera, y lo falló. Montoro, que es un especialista a balón parado, tampoco ha lanzado los penaltis en sus equipos. Al igual que Sergi, solo uno, pero este sí que logró marcarlo. Un perfil carente en la plantilla que provocará que Bastón siga enfrentándose a sus fantasmas.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.