¡Ha durado 4 jornadas en el banquillo!

La UD Ibiza ha entrado en una fase de peligrosa autodestrucción. Una trituradora de entrenadores que se está convirtiendo en el antónimo más aproximado de la palabra proyecto. Si la temporada pasada, Juan Carlos Carcedo era destituido teniendo a su equipo, recién ascendido, en una zona cómoda de la tabla, en esta ya va por el segundo entrenador del curso que… también ha sido destituido, así que ya busca al tercero. Juan Antonio Anquela, ‘Anquelotti’ aunque a él no le termine de convencer el término, sólo ha podido dirigir al equipo celeste durante cuatro jornadas de Liga y una eliminatoria copera. Ese ha sido su periplo en la isla ibicenca.
Así están las cosas en el club dirigido por Amadeo Salvo. No será esta casa la que imparta lecciones, ni mucho menos, en un terreno en el que ni se mueve ni desea hacerlo. Sin embargo, sí que conviene recordar que en LaLiga SmartBank alejarse de la paciencia y de la construcción de proyectos sólidos suele condenar. No hay más que echar la vista atrás.
Síntomas de mejora deportiva, sin el premio de los resultados
La llegada de Anquela ha ofrecido, de manera muy pausada, atisbos de mejora en el juego del equipo. En el concepto de juego, los sistemas, los automatismos y las ideas. Sin embargo, la tímida reacción futbolística del Ibiza no se ha traducido en ningún momento en una mejora de los resultados. Tres derrotas y un empate ha sido el bagaje estadístico que ha dejado el conjunto celeste en las pocas semanas que ha sobrevivido el míster jiennense en tierras baleares.
Y el convencimiento, la creencia, la fe de la dirección deportiva del club a la hora de contratarle no debían contar con excesivo arraigo en el interior de la misma. Tan sólo a las pruebas hay que remitirse. La cuestión de fondo, a la que probablemente deban dar respuesta en la planta noble del UD Ibiza, precisamente radica en esa necesidad de establecer un plan a corto-medio plazo. Y, partiendo de él y en la confianza en sus posibilidades, comenzar a tomar decisiones consecuentes con ese paso previo. Quizá no sea demasiado tarde para ello.
Diversidad de escenarios en función de la opción deseada
En función de cuál sea el camino que se desee seguir en los próximos meses en búsqueda de la permanencia en el fútbol profesional, el club cuenta con opciones de todo tipo en el mercado. Entrenadores para todos los gustos, necesidades y estilos. Si la apuesta es la del juego de toque y la valentía, se presenta frente a todos la opción de Rubén de la Barrera, sin ir más lejos. Un perfil un tanto más conservador, sin perder electricidad, podría ser la de José Alberto. En un término entre lo atrevido y lo conservador podríamos encontrar a JIM, con una buena experiencia reciente en Zaragoza; la otra opción es la clásica, la del pragmatismo, y ahí encontraríamos a nombres como los de Alcaraz o Sandoval, experto en salvaciones exprés. Finalmente, quedaría la alternativa de mirar más hacia abajo, algo que a priori se podría descartar.
Una vez elegido el cómo y el quién, tocará escoger también con quienes. El mercado invernal está ahí y es el momento perfecto para, definido todo lo anterior, comenzar a rastrear perfiles de futbolistas que puedan aportar al equipo aquello que le viene faltando en lo que va de temporada y que se ajuste a lo que el plan requiera. Es un momento realmente trascendente, aunque pueda parecer que queda un mundo. Puede ser este también el cuándo. Y es que siempre es mejor despejar las incógnitas con premura para que el reloj de arena no se quede sin granos para caer.
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