El pasado 27 de noviembre, nos temíamos lo peor con Unai Elgezábal. Sólo habían transcurrido 15 minutos del encuentro que enfrentaba al Burgos con el Real Zaragoza cuando se echaba la mano al tobillo entre signos de dolor. El polivalente futbolista del Burgos no podría continuar, siendo sustituido por su compañero Zabaco. Se podía prever una baja de varias semanas para el jugador, indispensable e indiscutible para Julián Calero.

El propio Unai parecía dejar claro que tendría que parar tras la lesión, en una publicación en sus redes sociales.

Caer y levantarse.
Ley de vida.
⚔️🛡️⚪️⚫️
Muy orgulloso del EQUIPAZO.
Hasta el final siempre, seguimos en la pelea!
GRACIAS por empujarnos! 🏟️👏🏽@Burgos_CF pic.twitter.com/tdTbOuW4ix

— Unai Elgezabal (@Unai3Elge) November 27, 2022

El parte médico, confirmación de lo esperado

Un esguince de tobillo de grado II, tal como rezaba el parte médico emitido por el club, confirmaba básicamente lo esperado. Pese a que en el mismo no se ofrecían plazos para la recuperación, la experiencia previa en este tipo de lesiones hacía presagiar un período de entre 3 y 6 semanas fuera de combate para Elgezábal.

Burgos: Parte médico de Unai Elgezabal ⚽
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— somosdebronce.es (@somosdebronce) December 1, 2022

Un regreso exprés para Unai

Sin embargo, la sorpresa saltaba cuando, tan sólo 8 días después de la lesión, Unai Elgezábal no solo estaba en la convocatoria del Burgos sino que era titular en el encuentro que medía a los de Julián Calero ante la Ponferradina. Y, por supuesto, lo vuelve a ser hoy ante el Éibar.

Sin duda alguna, nos hemos debido perder algo por el camino para que el tiempo de recuperación haya sido tan rápido. Quizá, el parte médico emitido por el club no fuese correcto, aunque tampoco fue corregido a posteriori. Quizá el bueno de Unai, simplemente, esté hecho de otra pasta.