Ninguno de los que habían sonado con estruendo desde la noche del domingo. Ni Asier Garitano, ni Mendilíbar. Ni tan siquiera Víctor Sánchez del Amo. Tampoco Rubén de la Barrera. Todos esos disparos eran fallidos, por exceso o por deceso. El caso es que finalmente el elegido será otro y ese otro no es otro sino José Alberto. Sí, el asturiano será nuevo entrenador del Racing de Santander hoy mismo.

Desde Arco FM llegaba la primicia, Jaime Mateos lo refería también a lo largo de la tarde y finalmente Diario Montañés lo daba por hecho y cerrado en la noche del lunes. Ninguno de los anteriores, no. El principio de acuerdo se alcanzó con José Alberto López.

De ilusión sportinguista a volar sólo lejos del hogar

El entrenador asturiano destacó con el filial sportinguista y en momentos de zozobra le tocó hacerse con las riendas del primer equipo. Lo encauzó de primeras, aunque terminó saliendo presa de una presión difícil de soportar en el banquillo de un histórico como lo es el Sporting. El caso es que ya se había posicionado, dado a conocer y esa buena primera impresión era el primer empujoncito para abrir puertas. Y se abrió una en Miranda.

Allí, al son del ‘This is Anduva’, José Alberto firmó quizá su mejor temporada en los banquillos en categoría profesional. Exprimiendo los laterales ofensivos, con el enorme sustento de Dani Vivían en el centro de la zaga junto a Berrocal, un centro del campo consistente con Meseguer, Javi Muñoz y Pablo Martínez y el colofón de Cristo González escoltado con Iván Martín. Una fiesta que acabó en 10° puesto y diversión continua para la afición jabata a ritmo de rock & roll.

Málaga, bala fallida

De ahí, a dar el salto a un proyecto ambicioso como el del Málaga. Un desafío que hizo aguas y del que no salió indemne. 24 jornadas duró el intento, tras el que ni Natxo González ni Guede lograron llevar a ese conjunto boquerón a alcanzar las expectativas creadas. Mal de muchos… El caso es que aún está en el recuerdo ese Mirandés de José Alberto.

Ahora, toca para el asturiano afrontar un reto mayor. El de alcanzar la salvación con un Racing que parece hundirse sin remedio. Todo hace indicar que lo acepta, lo asume y se ve con la capacidad de sacar del pozo a un equipo que acumula cinco derrotas consecutivas y al que hay muchas cosas que mejorar. Con futbolistas de un perfil diferente tendrá ante sí la oportunidad de mostrar que es capaz de levantar situaciones complicadas y adaptarse a diferentes contextos, plantillas y objetivos. Fumata blanca y el futuro racinguista en manos de José Alberto.