El Villarreal B volvió a convertirse en representante de los filiales en el fútbol profesional el pasado verano. Volviendo a dejar latente que su cantera goza de una excelente salud, el club groguet regresaba a Segunda División por la puerta grande. De la mano de un sabio técnico como Álvarez Jurado y con una camada de excelentes futbolistas con proyección, tocaba demostrar si estaban preparados para dar la talla en una competición tan inmensamente voraz. No sólo lo está haciendo, sino que además tiene ante sí desafíos ilusionantes y saltos enormes que experimentar en las próximas semanas.

La Ciudad Deportiva, un feudo inexpugnable

Y es que el próximo sábado se cerrará la primera vuelta de la temporada y el Villarreal B lo hará disputando ese último encuentro ante un hueso difícil de roer: la UD Las Palmas. El caso es que dicho partido se disputará en la Ciudad Deportiva del conjunto amarillo, que puede presumir de no haber presenciado una sola derrota de su equipo en lo que va de campaña. Unos números realmente destacados y meritorios y es que ninguno de los conjuntos que han visitado a los de Álvarez Jurado se han llevado el gato al agua. Éibar, Mirandés, Burgos, Ponferradina, Andorra, Real Oviedo, Ibiza, Leganés y Tenerife han sido incapaces de tumbar a un filial aguerrido como local.

Para poner colofón a toda una vuelta como invicto en casa, tendrá que superar a un rival de ascenso directo. Eso sí, los canarios llegan sin su mejor futbolista. Jonathan Viera sigue arrastrando una lesión muscular y no volverá a competir hasta 2023, por  lo que es una ocasión inmejorable de dar un golpe encima de la mesa y demostrar que, aún siendo una de las plantillas más jóvenes de la categoría, no sólo tienen proyección; también tienen presente. Dejar claro que pueden estar listos en caso de que el primer equipo necesite tirar de ellos para competir en la máxima categoría o en Europa.

El salto a La Cerámica, muy cerca

Además, esta semana se ha podido conocer que el equipo dará un salto cualitativo muy pronto. Y es que el presidente del club, Fernando Roig, ha anunciado que el filial pasará a disputar sus encuentros como local en el Estadio La Cerámica desde el mes de enero. Ahora, habrá que comprobar si esta hornada llama la atención de la afición groguet y consigue atraer aficionados a las gradas en sus encuentros en Segunda División para que de esta manera el Estadio no presente un estado desangelado.

En cualquier caso, para los muchachos de Miguel Álvarez este salto supondrá un cambio enorme, pasando a disputar sus encuentros en un Estadio de Primera División, recientemente remodelado y con todas las comodidades y particularidades de un escenario de élite. Un premio más que merecido para unos prometedores futbolistas que sueñan con jugar muy pronto en ese estupendo emplazamiento pero ayudando al primer equipo a conseguir sus objetivos.