Zaragoza, salir antes de entrar

En muchas facetas de la vida, especialmente en las que requieren abrir o cerrar puertas, existe una máxima: dejen salir antes de entrar. Y en ella se encuentra ahora mismo el Real Zaragoza de cara a la apertura del mercado de invierno que está a punto de producirse en LaLiga SmartBank. El conjunto maño desea reforzarse, aunque para ello deberá dar salida a futbolistas para hacer espacio tanto de dorsales como de salarios. Sin ello, Sanllehí poco podrá hacer, en espera de que se nombre un director deportivo.
Las matemáticas no fallan demasiado
Las matemáticas tienen pocas desviaciones. Y cuatro jugadores tienen todas las papeletas para abandonar la plantilla en los próximos días o semanas. Serían Petrovic, Quinteros, Lasure y James Igbekeme, cada uno por diferentes motivos. En el caso de Quinteros y Lasure, su escasa participación en lo que va de temporada es motivo suficiente para que se les esté considerando un cambio de aires. Respecto a Petrovic, hablamos de un jugador que ha aportado en los minutos disputados, aunque no se trata de un indiscutible y su elevada ficha provoca el deseo del club de poder buscarle una salida.
El caso de James Igbekeme es diferente, ya que ha estado jugando para el Columbus Crew estadounidense, pero su cesión vence el 31 de diciembre y el contrato con el conjunto zaragocista lo hace a final de temporada. Por ello, el momento para tratar de sacar algún rédito, por mínimo que sea, es ahora. Al que no va a ser tan sencillo sacar es al delantero Pape Gueye, que fue la apuesta para la zona ofensiva en el mercado veraniego y no ha terminado de cuajar. Es uno de los mayores salarios de la plantilla, pero su contrato de cesión desde el Oostende está bien blindado y dificulta hasta el imposible prácticamente su salida.
Ratón y Molina, en el disparadero
A los cuatro ya mencionados, aún se podrían unir dos más. Álvaro Ratón también finaliza contrato a final de temporada, ha perdido la batalla incluso con Rebollo y el club no cuenta con él a futuro, por lo que su salida en este mercado sería bienvenida. Incluso Manu Molina, fichaje que se acometió bajo la influencia de Carcedo en el banquillo, podría salir. Aún habiendo firmado un contrato por dos años, se le facilitaría la salida del club de forma negociada.
Y todo ello porque el club debe buscar complacer las peticiones de su técnico, Fran Escribá. Un delantero, un mediocentro organizador y un extremo son primordiales para el nuevo entrenador y para poder hacerlos llegar se debe aligerar plantilla y también salarios. Para la posición de extremo, como ya hemos venido contando, se está apostando por Ureña, jugador del Girona FC. Para las otras dos vacantes, habrá que esperar un poco más y, sobre todo, concretar la operación salida.
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