El retorno de Álex Pérez
Todos sabemos que el fútbol tiene cosas maravillosas. Nunca deja de sorprender y en definitiva, para alguien ajeno a este deporte, es difícil de explicar. Por eso muy probablemente hoy nos encontramos de frente ante una noticia como la que se va a contar en estas líneas. En la realidad, el fútbol, como todo, también tiene su parte mala. Y es la que este último año le ha tocado vivir a Álex Pérez.
Un año de crecimiento
Aproximadamente un año, a falta de 3 días, ha sido el tiempo de recuperación de la grave lesión que sufrió el jugador madrileño antes de volver a pisar los terrenos de juego. Un tiempo que, después de todo, te tiene que reforzar psicológicamente al ver lo que has conseguido. Podría haber dejado el fútbol a sus 31 años ante una lesión tan grave (rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco de su rodilla derecha), pero continuó, y ayer, en el primer partido del año, debutó en la temporada y jugó los 90 minutos a un buen nivel que le bastaron para poder volver a sentirse futbolista.
Su nivel en el partido, como calificó Fran Justo después del partido, «fue correcto». Estuvo muy serio en defensa, a la altura del resto de compañeros y pudo convertirse en el héroe del partido. En el descuento, remató un balón en el área que centró Loureiro, pero lamentablemente para él y para su equipo, el central no pudo enganchar bien el cuero y el portero pepinero, Asier Riesgo, recogió el chut sin mayor problema.
Por esto el fútbol también deja lecciones de vida, y nos alegramos cuando un jugador, en este caso Álex Pérez, puede volver a jugar después de que la parte gris del fútbol se vuelva blanca. Y este color todo apunta a que se va a volver más intenso con este retorno de Álex Pérez, ya no sólo al Lugo, sino al fútbol, con la primera piedra que ha sido la de Butarque, para volver a construir su legado.
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