A estas alturas de la película, a pocos se les escapa que el Real Zaragoza desea reforzarse por las bandas en el frente de ataque. El club blanquillo es consciente de sus carencias en dicha demarcación y, salidas mediante, tratará de conseguir la incorporación de algún jugador que eleve el nivel exponencialmente en la plantilla que Fran Escribá tendrá que tratar de exprimir para agarrarse al sueño del playoff. Y uno de ellos probablemente tenga ventaja, por varios motivos.

Andrés Martín, en el escaparate

Como ya pudiste leer días atrás en este sitio, el Rayo Vallecano va a tratar de dar salida al atacante sevillano. En ese momento, eran otros tres los clubes que le seguían la pista: Leganés, Cartagena y Burgos. Ahora, parece que Juan Carlos Cordero también pone sus ojos en él como posible refuerzo para el frente de ataque zaragocista, según informa Heraldo. Un jugador que en Segunda División ha mostrado su mejor versión pero que en la máxima categoría no ha conseguido aún continuidad para establecerse y hacer camino en la élite.

Equipos como el Córdoba CF, con el que debutaba en el fútbol profesional; Rayo Vallecano, con el que ascendía a la máxima categoría; o CD Tenerife, con el que disputaría la temporada pasada el playoff de ascenso han disfrutado de la presencia en plantilla del extremo. Un futbolista que, a priori, elevaría el nivel del grupo y ofrecería un nuevo perfil al ataque maño. Y al que el actual director deportivo blanquillo ya llevó a Tenerife.

Manu Vallejo, un viejo conocido de Cordero

El segundo nombre propio es, seguramente, el predilecto del director deportivo cartagenero. Y es que Manu Vallejo es una de las grandes perlas que ha moldeado y al que terminó vendiendo a Primera División en un traspaso histórico para el Cádiz CF. En sus primeros pasos como profesional, Manu Vallejo era prácticamente imparable vestido de amarillo. Apareciendo con potencia y velocidad por cualquier rendija del frente ofensivo cadista, encandiló a su afición y llamó la atención de los grandes equipos de nuestro país.

Desde su salida de Cádiz, Manu no ha logrado ofrecer el nivel y la regularidad que sí mostró en Segunda División con los andaluces. Ni en Valencia, ni Alavés ni tampoco ahora en el Girona ha eclosionado y, a sus 25 años, quizá necesite volver a sentirse querido y valorado para emerger de sus cenizas y mostrar de nuevo su verdadero potencial. Un caramelo en el mercado invernal de LaLiga SmartBank que quiere saborear alguien que conoce perfecamente su sabor.