El sustento del Lugo, la afición: Jorge Loureiro

Los aficionados son un claro sustento para un equipo de fútbol, y más aún cuando el club a tratar es una entidad humilde y la masa social no es precisamente de las más extensas de la categoría. Por eso aficionados como Jorge Loureiro son tan necesarios, en este caso para el CD Lugo. Estas personas, debido a su exclusividad, estoy seguro que valen por más, siendo más únicos e inconscientemente, tomando más las riendas ante la desaparición de neófitos.
Un aficionado eterno
Los seguidores de un equipo que lo acompañan por siempre, pase lo que pase, son los que realmente sienten al equipo y lo llevan consigo. Los 2.000 que bajan al Anxo Carro cada domingo sea cual sea la situación: ese es el tipo de aficionado más demandado. Los «x» aficionados que bajarán al estadio ante un hipotético descenso de categoría; los que bajan a 0º, con lluvia y el río Miño desbordado; o con cualquier horario de los muchos que están siendo criticados los últimos meses. Este tipo de aficionado es el que siempre llevará encima la elástica albivermella.
De las muchas historias que pueden ser contadas, hoy la de Jorge será protagonista, una persona que reúne todo lo citado anteriormente.
El comienzo de un sentimiento
Hacer que perdure un sentimiento en el tiempo puede que sea complicado, pero más aún es crearlo. En el caso de Jorge, una fracción de su corazón estuvo vacía hasta el 2010, cuando de pronto esta se llenó para nunca más quedar huérfana.
A este lucense, en la temporada 2010/2011, su interés por el fútbol le llevó a bajar al Anxo Carro. Fue en una época bonita para ver fútbol en la ciudad amurallada, ya que esa misma temporada el equipo albivermello iba a estar muy cerca de conseguir el ascenso, tras décadas, al fútbol profesional. El club lucense terminó como primer clasificado del grupo 1, llegando hasta el partido final de Play-Off contra el Alcoyano, cuando perdió por la mínima en el Anxo Carro. El ascenso se conseguiría la siguiente campaña en el antiguo Ramón de Carranza, con una historia que ya todos conocemos. Después de aquel hito, fueron muchas las personas que se fueron disipando de aquellas frías localidades rojas y blancas ante un estancamiento en tierra de nadie en la clasificación de la Segunda División Española, hasta quedar los de hoy en día.
La fecha indicada
La fecha en la que vas a ver a un equipo que más tarde se convertirá en el equipo de tu vida, no se olvida nunca. En su caso esta fecha es el 3 de octubre del año 2010, en un partido contra el CD Leganés correspondiente a la jornada número 7 de la 2ºB 2010/2011. El partido finalizó con un 1 a 0 y el gol de la victoria lo anotó Carlos Tornero.
Un reto de años
El reto que se ha propuesto Jorge, ayudado y acompañado por su pareja, Laura López, consiste en asistir a todos los partidos tanto dentro como fuera del feudo albivermello, cosa que hasta el momento, han conseguido. Sin embargo, él promete haber empezado este reto hace años,
Yo siempre les decía a mis padres que quería ir a los desplazamientos del equipo, pero era complicado porque la situación económica no era la mejor. Aún así me llevaban a los partidos más cercanos y la realidad es que iba a todos los que podía”
Ahora, asegura que la suma de una situación económica más positiva junto con una mayor disponibilidad, hace que su sueño se pueda hacer realidad.
La ilusión, su motor
Los esfuerzos kilométricos los hace por 2 razones: el amor por el club de su vida y, sobre todo, la ilusión, que es realmente por lo que se mueve. La ilusión de desplazarse a ver y animar por los estadios de España a su equipo, dejando una sensación que sólo los que la viven la pueden explicar.
Málaga, Tenerife, Ibiza… 1.030 km, 1.800 km y 1.900 km respectivamente. Esos son solo algunos de los desplazamientos que ya ha hecho. Las Palmas, Granada o Cartagena son algunos de los destinos que aún le quedan por completar, dejando a su paso la historia de un aficionado albivermello que tan sólo acaba de empezar.
Y así concluye uno de los relatos sobre los que hoy ocupan las gradas del Ángel Carro. Personas con grandes historias y con un sentimiento único, difícil (o imposible) de explicar a alguien que ha visto desde pequeño ganando a Madrid o Barça y ha dejado pasar a su lado lo que tienen (todavía) en su ciudad. Sin duda, quien ha ganado durante estos años son los que se fueron a desgastarse la garganta al estadio del Miño y han disfrutado (disfrutan) de un fútbol modesto en una categoría profesional.
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