El Racing sumo un punto clave este fin de semana en El Toralín, y lo más importante es que se fraguó gracias a los canteranos que estaban sobre el verde con el primer equipo. Mario García asistiendo y Yeray Cabanzón marcando, fueron los dos grandes protagonistas y salvadores de la tarde cántabra en la provincia de León.

El Racing visitó este fin de semana a la Ponferradina, un partido que marcaba la situación de permanencia con ambos equipos entre el primer puesto que marca el descenso y empatados a puntos. Un partido que para muchos era considerado como final, ya no por lo deportivo sino por lo anímico. El partido fue un encuentro donde la igualdad y el fútbol rácano marcó la primera parte, de la que la Ponferradina tras una gran acción de Paris Adot y Edu Espiau se fue por delante al descanso. Pero en la segunda parte entraría un protagonista inesperado por el Racing y, gracias a él, el conjunto verdiblanco vive una semana más en puestos fuera de descenso.

Mario y Yeray, soplo de aire fresco

Mario García, un chaval que está en su primer año de senior y que juega en el Rayo Cantabria, filial del Racing en Segunda Federación, salió al descanso tras darse a conocer la lesión del que estaba siendo lateral izquierdo reconvertido Álvaro Mantilla. Un chico con un potencial increíble, según comentan en la capital cántabra los entrenadores que lo conocen bien y que a diferencia de Mantilla tiene una zurda y una progresión ofensiva que fue un quebradero de cabeza para los defensas de la Deportiva.

Por otro lado estaba el ya conocido Yeray Cabanzón. Quizá el considerado líder del filial racinguista, un jugador que rebosa talento en una pierna izquierda que parece un misil. El canterano nacido en Isla no contaba con minutos en el primer equipo cuando estaba al mando Fernández Romo. En cambio, tras la llegada de José Alberto ha dado un paso adelante. Tanto es así que el que era jugador número 12 para el anterior técnico, Marco Camus, ha salido cedido a Córdoba para poder disponer de minutos, y ese jugador 12 se ha trasladado al chaval de Isla, que ya ha logrado tener incidencia en un partido y además de alto voltaje.

Un gol con alto valor psicológico

Tras un pase filtrado de Pombo sobre Iñigo Vicente y un toque de exterior hacia la banda del de Derio para la progresión de García, el lateral de 19 años puso un caramelo al punto de penalti que remató de cabeza, a pesar de medir poco más de metro setenta, Cabanzón. Lo hizo además con un remate cruzado y complicadísimo, que fue capaz de colocar sobre la escuadra izquierda de la portería de Amir, el portero iraní de la ‘Ponfe’ y que se le hizo imposible para en el minuto 79 colocar el empate a puntos.

Esto ha creado un pensamiento generalizado en la afición de apertura hacia las instalaciones de La Albericia, la cantera del Racing. Hay talento y para rato. No solo el de Mario y Yeray. Hay chicos muy jóvenes que vienen pisando fuerte, como Jeremy Arévalo o Neco Celorio.