La Liga SmartBank sigue quemando etapas y el tramo decisivo de la temporada está cada vez más cerca. Ese escenario donde los mejores no se deben achantar y ser más diferenciales si cabe para sus respectivos equipos en busca de la gloria. Entre esos elegidos está Jorge De Frutos, un futbolista de Primera pero que por circunstancias lo estamos disfrutando este año en la categoría de plata. El Levante está metido de lleno en la pelea y con actuaciones como la del pasado fin de semana ante el Cartagena el camino hacia el ascenso se allana.

Por debajo del radar

Las cifras nos dicen que el Levante está haciendo una temporada de menos a más, muy probablemente con un punto de inflexión desde la llegada de Javi Calleja al banquillo, pero tanto con él como con Mehdi Nafti, a De Frutos le está costando ser ese futbolista que vimos en cursos anteriores como la categoría se le quedaba pequeña. Hay que tener en cuenta que los granotas han demostrado ser uno de los conjuntos más corales de la competición, con muchos nombres importantes pero sin un líder indiscutible.

De Frutos asistió por partida doble en la victoria del Levante frente al Cartagena | Foto: Levante UD

Y eso conlleva pros y contras, y en estos últimos se encuentra la «irregular» trayectoria de nuestro protagonista. Titular indiscutible, sí, pero sin aparecer entre los nombres destacados pese al gran momento de forma del equipo. Este MVP puede y debe ser, valga la redundancia, ese punto de inflexión que el grupo ya experimentó meses atrás pero que el jugador parecía no haber encontrado todavía.

No hay devaluación posible

Obviamente De Frutos no está ante su mejor año, pero tampoco hay que llevarlo al extremo con un jugador que se acerca a sus (teóricamente) mejores años futbolísticos. La puerta de Primera División sigue abierta de par en par para él. La opción del ascenso es sin lugar a dudas la más factible y apetecible porque De Frutos ya se ha convertido en uno de los pesos pesados del vestuario del Levante, pero de la misma forma podrían aparecer actores inesperados en los próximos meses si el equipo valenciano no logra regresar a la máxima categoría.

Cierto es que a De Frutos le restan todavía dos temporadas más de contrato, pero el escaparate es demasiado apetecible como para permitirse el lujo de seguir un año más en las trincheras. Equipo y jugador lo saben perfectamente y por suerte la sintonía entre ambos es más que notable, por lo que ahora mismo no se piensa en otra cosa que no sea acabar entre los dos primeros clasificados. Sería una victoria para todos, incluida la parroquia granota, que sin duda sufrirá y vibrará a partes iguales hasta el último día.