Burgos, lunes, nueve de la noche. Temperatura de -1 grados y sensación térmica de -4. Una distancia de 1904,23 kilómetros entre la isla de Gran Canaria y la ciudad castellana. Y ahí, en una esquina de El Plantío, más de 100 valientes aficionados amarillos levantan sus bufandas al cielo y cantan al unísono durante los 90 minutos para alentar a su equipo. La Unión Deportiva Las Palmas no solo es el mejor visitante de la categoría en cuanto a puntos; en afición también. Cada dos fines de semana podemos comprobar en todos los terrenos de juego de España una gran mancha amarilla en la grada visitante. Cientos de aficionados que se desplazan jornada tras jornada a cualquier punto de España para alentar a sus muchachos. La mayoría de ellos lo hacen desde la isla de Gran Canaria, con todo lo que ello supone. 

Una afición de Primera

Con tan solo dos semanas de antelación, La Liga anunciaba los horarios de la jornada 26. El Burgos – Las Palmas tendría lugar el lunes 6 de febrero a las nueve de la noche. Cientos de seguidores amarillos habían comprado ya los vuelos y reservado las habitaciones de hotel para el fin de semana, y tuvieron que cancelarlo todo. Otros tantos no pudieron acudir por trabajo. Aún así, el lunes a las nueve de la noche, a -1 grados, se escuchaba el «Amarillo es mi color» por todo El Plantío gracias a más de 100 voces que, contra viento y marea, se dieron cita en la ciudad castellana. Aficionados de todas las edades acompañaron una jornada más al equipo, lejos del buen clima de la isla de Gran Canaria.

Una parroquia amarilla que esta temporada está batiendo todos los récords de asistencia en casa y llenando la zona visitante de los estadios rivales jornada tras jornada. Sin ir más lejos, para el partido del próximo fin de semana en Leganés, las más de 200 entradas para la zona visitante se agotaron en poco más de 24 horas. Además, el sector más próximo al visitante también está agotado, y el siguiente va por el mismo camino. Estos datos cobran más relevancia si tenemos en cuenta la distancia entre las islas y la península y las dificultades en los desplazamiento que esto conlleva.

La afición amarilla desplazada a El Molinón en diciembre para el UD-Sporting / La Liga

Una historia de amor

La afición y el equipo están viviendo un idilio, una historia de amor que aumenta con el paso de las jornadas. Es una de las grandes noticias para una Unión Deportiva Las Palmas que está cuajando una campaña que raya la excelencia. La parroquia amarilla siempre se ha caracterizado por su entrega al equipo, pero quizás las últimas temporadas estaban desilusionando a una afición que había comenzado a bajar su asistencia al Estadio de Gran Canaria. Sin embargo, el increíble último tramo de la temporada pasada tras la llegada de García Pimienta (7 victorias y 2 empates en los último 9 partidos, y una entrada en los play-off in extremis) volvió a despertar la ilusión entre los hinchas.

Jugadores celebrando con la afición la victoria ante el Huesca

La pasada campaña, en la jornada 40, la afición canariona invadió Alcorcón en un partido vital para continuar en los puestos de play-off. Fueron más de 700 los valientes que inundaron Santo Domingo y las calles de la ciudad madrileña. Vecinos de Alcorcón comentaban tras el partido que se escucharon los cánticos y los goles desde sus viviendas, a kilómetros del estadio. «Nunca vi nada igual, ni siquiera en Zaragoza en el playoff de 2015», dijo Jonathan Viera tras aquella victoria en Santo Domingo. En el siguiente partido ante el Oviedo, se colgó el cartel de «sold-out» en el Gran Canaria 72 horas antes del encuentro, el lleno más rápido en la historia del club. 32.400 asientos ocupados a tres días del enfrentamiento en el que fue el partido con el récord de asistencia de toda Segunda División en la temporada pasada.

En la última jornada de liga ante el Sporting de Gijón en El Molinón se consiguió de nuevo el aforo completo en el sector visitante, así como en el Heliodoro para la ida de los play-off de ascenso. Para la vuelta en el Gran Canaria, como no podía ser de otra forma en un derbi canario de play-off, se volvió colgar el cartel de «entradas agotadas» en la que fue la segunda mejor asistencia de la historia en el EGC. Los recibimientos de la afición en partidos de esta talla son un espectáculo. La «guagua» del equipo recorre la larga calle de Fondos de Segura (paralela al estadio) acompañada de miles de seguidores amarillos que ocupan hasta la última baldosa de la vía, tiñéndolo todo de amarillo.

Imagen del Gran Canaria en el UD-Oviedo de la temporada 21-22 / LAPROVINCIA.ES

La ilusión continúa

Esta temporada la ilusión sigue intacta, y el equipo está respondiendo a las mil maravillas el apoyo incondicional de su parroquia. Hasta la fecha, el Estadio de Gran Canaria ostenta el primer puesto en asistencia media por partido de esta Segunda División con 19.786 aficionados, 1.500 más que el segundo en esta lista, la Romareda. EL EGC también ocupa de momento el récord de asistencia en un partido con 31.047 espectadores (que corresponde al 95,8% del aforo) en el derbi de la jornada 17 ante el CD Tenerife. Fuera de casa, como ya comentábamos, está siendo una de las aficiones visitantes más numerosas esta temporada. Los partidos de Burgos y Leganés son solo dos ejemplos de la entrega de esta afición por el equipo de su tierra. En su gira invernal por Asturias, Las Palmas tuvo que enfrentarse al Sporting y al Oviedo en tan solo 4 días. Una marea amarilla se desplazó desde la isla para llenar el aforo visitante de ambos estadios, convirtiéndose el desplazamiento al Tartiere en el más numeroso de la temporada en ese momento.

La «guagua» recorriendo Fondos de Segura antes del encuentro ante el Oviedo / UDLaspalmas.net

Los jugadores responden a esta entrega acercándose a la grada después de cada partido para aplaudir a su afición. Piden disculpas después de cada derrota y celebran junto a sus incondicionales las victorias, saltando y coreando los cánticos amarillos. Las lágrimas de Álvaro Valles tras la eliminación en play-off ante el Tenerife, y Marc Cardona ondeando una de las grandes banderas que sobrevuelan siempre las cabezas de los aficionados de la Grada de Animación, tras la reciente victoria ante el Huesca en casa, son claros ejemplos del sentimiento de unión entre jugadores y equipo. Una Grada de Animación presidida por el grupo Ultra Naciente, responsables en gran medida de que este sentimiento siga vivo. Contra viento y marea, haga frío o calor, llueva o nieve, en la isla o en la península, siempre están ahí. Son el corazón de la afición amarilla, los que se dejan la voz en cada partido y los que no paran de animar esté el equipo en Segunda B o en Primera.

Imagen de la grada Ultra naciente durante un partido de la UD / Twitter Grupo Ultra Naciente

Es un sentimiento

«Pase lo que pase, ya soy aficionado de la UD Las Palmas para el resto de mi vida. Estoy enamorado de esta afición y me siento muy querido. Merece la pena luchar por ellos, de verdad». García Pimienta dejaba estas emocionantes declaraciones hace poco más de un mes para UDRadio. El enorme cariño de la afición hacia el técnico catalán es mutuo, y no es de extrañar. El ex técnico del Barça B le ha devuelto la ilusión a toda una isla, y la parroquia amarilla responde jornada tras jornada. Hacía muchos años, desde que Quique Setién ocupó el banquillo canario en Primera División, que no se veía tan buen fútbol y tan buenos resultados en la Unión Deportiva.

El sentimiento ha vuelto, aunque nunca se fue. «Un sentimiento que se lleva en el corazón», como reza el cántico amarillo. Uno que se transmite de generación en generación, que se respira en cada rincón, en cada playa, en cada pueblo, en cada padre, madre, abuelo y abuela que recuerda aquellas tardes mágicas en el Estadio Insular, y en los jóvenes y niños que han heredado el legado. La Segunda División es muy larga y el destino de La Unión Deportiva Las Palmas a final de temporada es incierto, pero pase lo que pase este equipo ha hecho que la afición vuelva a creer. Pase lo que pase, seguirá siendo «un sentimiento» para toda la vida.