Mirandés, el jabalí de dos caras

Se trata de un problema recurrente que tiende a producirse con frecuencia en el fútbol, aunque puede atacar de una forma más pronunciada a conjuntos con menor experiencia. El mal del equipo de doble cara: la que se muestra en casa, al amparo de tu público; y la que se ofrece a domicilio, disminuyendo pronunciadamente las prestaciones. El CD Mirandés es uno de esos equipos que, esta temporada, se enfrenta a una problemática reiterativa. Aunque no todo es achacable a la edad de los futbolistas -y si no, que le pregunte al Granada CF de esta misma campaña-.
La «kriptonita» del jabato
Así, este Mirandés de Joseba Etxeberría es un auténtico flan cuando compite lejos de su feudo. Tanto es así que, en lo que va de temporada, tan sólo ha logrado sumar una victoria en tal circunstancia. Fue, eso sí, ante un rival directo en la zona baja de la tabla: el Racing de Santander. El 11 de diciembre el equipo rojillo vencía en El Sardinero por 1-2 con Roberto López como héroe de la gesta, con un bonito gol tras pase de Gelabert.
Habiendo disputado ya 14 encuentros (la mitad) en condición de visitante, el registro es realmente pobre. Los cinco empates que añade a ese +3 le llevan hasta los 8 puntos en la tabla como visitante, dejando aún así a tres equipos (Lugo, Málaga e Ibiza) por debajo en prestaciones en dicho contexto. Eso sí, los tres ocupantes de plaza de descenso actualmente. Es demasiado evidente aseverar que, tan sólo con una leve mejora lejos del hogar, el conjunto de Miranda viviría relativamente tranquilo en la tabla clasificatoria.
Miranda de Ebro, un fortín
Lo preocupante en el inicio de temporada es que tampoco como local el equipo lograba sacar los partidos adelante. En sus primeros siete encuentros en Miranda, el equipo tan sólo sumó una victoria. Y ello le llevó a las cloacas de la categoría, temiendo gravemente por la permanencia. Joseba Etxeberría tenía que encontrar el antídoto para frenar la sangría y lo hizo: defensa de tres centrales con dos carrileros y a funcionar. Y vaya si funcionó.
Tanto es así, que de los últimos siete encuentros actuando en su estadio, el Mirandés ha logrado sumar seis victorias. Un fortín inexpugnable. Anduva ha vuelto a ser ese acogedor estadio para los suyos que a su vez se transforma en inabordable para el rival. Aquel cambio de rumbo del técnico consiguió hacer emerger al Mirandés que, hoy por hoy, es uno de los equipos más fiables actuando como anfitrión. Esos 25 puntos que suma en su fortaleza son los que le permiten mitigar el efecto de su debilidad cuando tratan de derribar las murallas de sus rivales. Pese a todo, el Mirandés es uno de esos equipos que, año tras año, apetecen ver jugar a fútbol. Porque acumula talento joven y con proyección aderezado por figuras expertas para tratar de encontrar la mezcla perfecta con la que competir. Un auténtico lujo para los amantes del balompié.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.