El Levante… ¿De vuelta?

Cuatro jornadas después, los de Calleja se reencuentran con la portería y los tres puntos en un arduo partido que, más que despejar dudas, abre la puerta de la imaginación. Todo puede pasar en este final de temporada. Ahora la incógnita reside en si este Levante vuelve a estar a la altura.
Los fantasmas del pasado
Que desde que Calleja se ha sentado en el banquillo granota el equipo ha dado un giro de 180 grados es una afirmación irrefutable, de esas que no pueden ni rebatir los técnicos rivales tras una ferviente goleada en la rueda de prensa post partido. Llegó y los fantasmas que correteaban por los pasillos del Ciudad de Valencia parecían haber hecho las maletas e irse persiguiendo el rastro de Nafti. Nada más lejos de la realidad. Después de abandonar la desoladora tierra de nadie y acampar por las recelosas bocas de equipos europeos que veían como uno de los conjuntos más invictos de la campaña, tras 20 jornadas sumando, era ‘de segunda’, los huéspedes blancos volvieron a instalarse. Y es que, como en las películas de miedo, nada sorprende más que un susto cuando menos te lo esperas.
Una derrota ante el Huesca y un empate con el Albacete empezaron a descoser y enseñar las costuras de un Levante que, lejos de parecerse a ese que elogia Luis García Plaza seguía, y sigue, teniendo el mismo problema que con el técnico predecesor: no encontrar la fórmula del gol que sí tienen otros equipos de la categoría.
No ver puerta se suma a una larga lista de bajas entre las que destaca un nombre, Pablo Martínez. Hasta hace no mucho el centro del campo parecía asegurado bajo el amparo de Campaña, Pepelu e Iborra, pero ya no. El madrileño se ha convertido en el esqueleto de un Levante que, sin él, lleva varias semanas como pollo sin cabeza. Quizá la entrada de un nuevo peón en el mercado de invierno se hubiese convertido ahora en todo un oasis para la sequía que atraviesa el equipo a estas alturas de la competición. Agua de mayo. Pero es tarde para las lamentaciones. Toca apechugar.
La inyección de la victoria y la mirada puesta en el futuro
Es momento de recomponerse, de poner parches para asegurar ese ascenso directo a Primera División. Y el primer remiendo lo vimos ayer ante el Racing. Una sufrida victoria de Cárdenas, perdón, de los de Orriols, que, pese a dejar que desear, vale tres puntos de oro y permite al equipo dormir, al menos durante una noche, en el segundo puesto de la clasificación.

El Levante celebra el tanto ante el Racing | Foto: Levante UD
La mejora de la presión en el ataque, del juego desde atrás y del control de los tiempos es notable, pero queda mucho por pulir y si esto fue Guatemala, ahora viene Guatepeor. Nueve auténticas finales que comienzan ya ante Zaragoza, Eibar, Mirandés y Las Palmas y en las que tendrán que demostrar si la aparente superioridad manifestada en El Sardinero se convertirá en la tónica general o en un simple espejismo pasajero.
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