Las raíces de la cantera groguet

Si algunos creéis que el Villarreal B lleva acompañando por mucho tiempo a los groguets, lo cierto es que no tiene una historia muy larga. Es más, el segundo equipo del «submarino amarillo», siendo la mejor cantera española en la actualidad por posición y categoría, sólo era un simple pensamiento en la directiva. En 1990, el Villarreal sólo sabría hacer una cosa, crecer un proyecto que años más tarde comenzaría a dar sus frutos.
Tardaron para salir del barro
El Villarreal B ha sido un equipo que ha tenido pocas apariciones en Segunda División, obviamente por su juventud, pero al Villarreal también le ha costado muchísimo llegar a donde está actualmente. A las órdenes de Quique Setién, los de Vila-real se encuentran luchando por puestos europeos, algo que seguramente tendrán muy en cuenta los socios más longevos. Y es que, a inicios de los 90, el cuadro amarillo descendió a la Tercera División española después de una campaña de más a menos y dejando dudas del proyecto y el futuro del club. Junto a él, marcharon a la cuarta categoría del fútbol nacional Gimnástic, SD Ibiza -desaparecido actualmente- y Atlético Baleares.
Por suerte, el equipo remontó y consiguió dos ascensos consecutivos hasta alcanzar la categoría de plata. En un Villarreal meteórico, los groguets ya iban avanzando en su proyecto de manera lenta, pero no pausada. Tuvieron que esperar más de cinco campañas para que ascendieran a Primera. Eso sí, fue un breve destello, ya que descenderían al año siguiente. Pero a la segunda va la vencida, y un solo año después vuelven a ascender. Justo ahí, en 1999, la directiva amarilla siembra las raíces de lo que conocemos ahora en LaLiga Smartbank, el Villarreal B.
Una cantera llena de perlas
No tuvieron mucho margen de búsqueda, supieron dar en el clavo a la hora de buscar jugadores en muy poco tiempo. En la primera década de los 2000, el canterano más destacado sería Santi Cazorla. El mago llanerense formaría parte de la cantera y el primer equipo durante bastantes años, siendo uno de los capitanes y estandartes del cuadro en la historia del club. Otro de los nombres que pueden sonar más es el de Bruno Soriano. En esa época, la cantera groguet no gozaba de muchos éxitos, pero veríamos los brotes verdes tras el ascenso del equipo a la Liga Adelante y su permanencia durante tres temporadas que acabaría con el descenso del primer equipo, mandándolos automáticamente a la Segunda B.
En la segunda década del siglo XXI, este Villarreal B aguantará muchos años en la categoría de bronce, pero puliendo muchos diamantes en bruto que han dejado claro la gran gestión de canteras por parte de los dirigidos por Fernando Roig. A día de hoy, se pueden nombrar jugadores como Pau Torres, Manu Morlanes, Samu Chuckweze, Jaume Costa o Rodrigo Hernández. Una larga lista de nombres que arrancaría con un viejo conocido en esta categoría como Javi Calleja. Una serie de promesas que han dejado claro que la cantera del Villarreal es una de las más potentes de España en la actualidad.
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