Baturina, el bailarín inexplicable

Roko Baturina se ha convertido en el bailarín croata que deleita a la afición santanderina cada vez que pisa el teatro de El Sardinero. Un futbolista normal. Un chico natural, cordial, que si hay 70 personas a la salida del estadio se saca fotos con 80. Un futbolista que sobre el verde tiene un idilio con el gol, ya sea de manera directa o indirecta. El joven croata de 22 años ha dejado claro que quiere ser un hombre importante en el fútbol. Un jugador que ha sufrido el fútbol de manera larga y tediosa a pesar de su corta carrera. Que ha disfrutado del fútbol en cuatro países distintos ya y al que España, en concreto Santander, ha acogido como ningún otro.
Hay un futbolista que ha cambiado la cara del racinguismo. Un tipo desconocido, que llegó entre dudas y malas caras de la afición verdiblanca. Sin embargo, a base de trabajo, goles, asistencias y una sonrisa de crack -porque todos los jugones sonríen igual-, se ha convertido en el nombre más escuchado en los cánticos de El Sardinero. Roko Baturina es el jugador de moda en Santander y eso él lo sabe, lo siente y lo agradece.
Roko se ha metido en el bolsillo a la afición del Racing por su indudable carisma, pero les ha acabado de enamorar con su trato normal, educado y especializado a cada aficionado verdiblanco. Un chico tranquilo, que ama el deporte y que tiene muchas ganas de continuar en la disciplina del Racing por más tiempo. Pero reconoce que eso ya depende de los clubes y que ahí él poco tiene que hacer.
Goles que se convierten en puntos valiosísimos
Los dos últimos goles que ha marcado han significado 6 puntos de oro para el racinguismo. Seis puntos que pueden valer una permanencia, que significa mucho más. A nivel emocional esta permanencia es salir de un pozo muy profundo donde el Racing se ha sumido durante una década y siempre quedará para el recuerdo del racinguista la imagen de Roko cantando con La Gradona de los Malditos como si fuera un santanderino más.
Hay que recordar, que Baturina ni siquiera sabe hablar castellano. Lo entiende a la perfección, eso sí, pero aún no es capaz de ejecutar una frase compleja en nuestro idioma. Esto hace aún más inverosímil la rapidísima adaptación que ha tenido el futbolista originario de Split en Santander, una ciudad que, según él mismo explica, es muy parecida a su ciudad natal.
Efecto tan inmediato como inesperado
La llegada de Baturina al Racing dio algo de esperanza en un ataque plagado de bajas y de malos números. Porque Roko ha marcado los mismos goles que los otros tres delanteros que tiene ahora mismo el Racing en plantilla y además lo ha hecho en la mitad de tiempo. De un delantero no solo importan los goles, también lo que genera a su alrededor. Y Roko también domina ese aspecto. Las dos asistencias que ha ofrecido y varios goles más donde sus movimientos han permitido romper defensas son aval suficiente para que Martija pregunte por Hungría -lugar donde se encuentra su club de origen- cuánto cuesta Baturina.
El valor de la opción de compra que presenta el contrato de cesión firmado entre Ferencvaros y Racing roza el millón de euros. Un valor más que inalcanzable para el club santanderino, teniendo en cuenta además las problemáticas económicas que ha sufrido durante la última década. Pero existe la posibilidad de negociar la compra del futbolista cuando finalice su contrato con el Racing en escasas 4 jornadas de liga, una opción que parece difícil pero más viable que ejercer la opción de compra.
De momento, lo que esta claro es que Roko Baturina tiene al racinguismo en vilo. Un club que siempre se ha caracterizado por traer estrellas emergentes del este de Europa lo ha vuelto a hacer y la afición de Santander tiene un nuevo ídolo, esta vez croata y con nombre de estrella del rock. Roko Baturina está llamado a hacer cosas grandes en Cantabria.
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