Hace tan sólo unas semanas, Lucas Pérez salía del equipo de su vida. El RC Deportivo tenía que despedirse de su capitán, de su estrella, de un trozo de su escudo. El futbolista de 36 años ofreció una rueda de prensa de despedida emotiva, aunque dejando algunas incógnitas. Se especuló y mucho sobre su nuevo destino. Ahora, sí que se despeja su nuevo equipo.
Mucho se habló de la necesidad del futbolista de regresar a Madrid. De su deseo de asentarse cerca de su hijo, que vive en Madrid bajo custodia de su ex pareja. En ese contexto, se le relacionó con los equipos madrileños de Primera División. El Getafe, el Leganés o el Rayo Vallecano, éste último con mayor insistencia. Sin embargo, no terminó firmando por ninguno de ellos.
Ahora que firma por el PSV, se habla de que su relación con la madre de su hijo ha mejorado. Que, aunque marche a Eindhoven, podrá contar con la presencia de su descendiente y verlo regularmente. Y que, por ello, ha terminado marchando a un equipo que, habitualmente, compite al máximo nivel europeo.
Otra vertiente informativa ha venido señalando que lo que provocó su salida de A Coruña fue su relación, principalmente, con Fernando Soriano. También con Massimo Adalberto Benassi. Director Deportivo y Director General del club herculino. El despido de Imanol Idiákez habría sido la gota que colmaba el vaso. Es la otra versión, sí. Aunque la verdad tan sólo la conoce él que, ahora, competirá en Holanda.
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