UD Las Palmas, un rumor inquietante

A veces, las palabras no bastan para calmar el murmullo del fútbol. Aunque Manu Fuster ha afirmado públicamente su intención de demostrar su valía en la UD Las Palmas, los rumores sobre una posible salida del club canario en este mismo mercado estival no dejan de crecer. Y mientras en Gran Canaria se estudia el encaje del talentoso mediapunta, en Albacete se agita una llama de ilusión. La de su posible regreso.

Fuster es una figura imborrable para el Carlos Belmonte. No solo por sus números —34 goles y 28 asistencias en 195 partidos con la elástica blanca—, sino por lo que representó en el campo. Creatividad, último pase, desparpajo y un liderazgo silencioso. Su traspaso a Las Palmas tras una notable temporada en Segunda supuso un salto lógico en su carrera. Pero también una despedida difícil de digerir para una afición que lo convirtió en bandera.

Declaraciones sinceras, rumores persistentes en torno al de Las Palmas

El jugador, en sus recientes apariciones ante los medios, ha insistido en que su intención es triunfar con Las Palmas. «Estoy donde quiero estar», aseguró. Sin embargo, su participación en los planes de Luis García no está garantizada. Y el propio jugador habría transmitido su deseo de tener más protagonismo. De ahí surge la posibilidad de una salida… Y el susurro cada vez más fuerte que lo vincula de nuevo al Albacete.

Desde la dirección deportiva manchega no se ha realizado ninguna declaración oficial. Pero el nombre de Fuster siempre sigue presente. Sería una operación compleja a nivel económico. Pero no imposible si el futbolista prioriza sentirse importante. El traspaso de Kofane da lugar a la imaginación.

El fútbol, esa rueda de vueltas inesperadas

Si algo tiene este deporte, es su tendencia a cerrar círculos. Manu Fuster salió del Belmonte para volar más alto. Pero puede que ese vuelo tenga una escala de regreso. En Albacete estarían encantados de abrirle la puerta de nuevo. Porque hay jugadores que no se olvidan, que dejan cicatrices dulces. Y Fuster es uno de ellos. El tiempo, como siempre, dirá si los caminos vuelven a cruzarse.