El CD Tenerife ha enfrentado serios problemas como visitante en las últimas temporadas. Bajo la dirección de Asier Garitano en la pasada campaña, el equipo solo consiguió cuatro victorias lejos del Heliodoro Rodríguez López. Se impuso al Huesca, Andorra, Eldense y Oviedo. Esta falta de solidez fuera de casa ya se había evidenciado durante la temporada 2022/2023, cuando Luis Miguel Ramis solo logró dos triunfos a domicilio, frente al Burgos y Cartagena. Ello consolidó al Tenerife como uno de los peores equipos de la categoría fuera de su isla.
Sin embargo, esta situación contrasta enormemente con la temporada 2021/2022. En ella, el equipo dirigido por Ramis fue el mejor visitante de Segunda División. Aquella campaña, el Tenerife consiguió 11 victorias fuera de casa, con importantes triunfos en estadios complicados. Sumaron 37 puntos como visitantes, fruto de 11 triunfos, 6 derrotas y 4 empates. Fue una contribución significativa a un total de 69 puntos. Fueron los que les llevaron a los playoffs de ascenso. La solidez que mostraban lejos del Heliodoro en ese entonces ha desaparecido por completo en las últimas dos campañas. Ahora, en uno de los principales problemas del equipo. Sobre todo porque su rendimiento en casa sigue siendo notablemente mejor.
El calendario inmediato para los blanquiazules no parece ofrecer muchas esperanzas de mejora. En las próximas semanas, el equipo tinerfeño tendrá que visitar estadios muy complicados. Ipurúa, Castalia o el Nuevo Los Cármenes son los destinos inmediatos. Además, también tendrán que medirse al Racing de Ferrol en A Malata y visitar el Carlos Tartiere del Real Oviedo. Estos encuentros no generan optimismo entre los aficionados. Especialmente porque tampoco están logrando victorias de forma consistente en el Heliodoro Rodríguez López.
La pregunta que muchos se hacen es si Óscar Cano, el nuevo técnico del Tenerife, tiene la solución para cambiar esta dinámica negativa fuera de casa. En una reciente rueda de prensa, Cano fue preguntado precisamente por este asunto, a lo que el entrenador granadino respondió:
“Ojalá tuviese la tecla mágica, si la tuviese la presionaría y empezaríamos a ganar, que es lo que todo entrenador quiere. La realidad, que es innegable, es que el Tenerife no ha sido un equipo muy fuerte fuera de casa en los últimos años. Mi objetivo es que el equipo fuera se parezca más a lo que hace en casa. Si perdemos, al menos quiero que elijamos cómo perder”.
A pesar de las dificultades y del difícil calendario, el mensaje de Cano apunta a intentar cambiar la mentalidad del equipo fuera de casa. La misión es que el Tenerife recupere esa fortaleza que lo caracterizó hace apenas dos temporadas. Y que, de ser alcanzada nuevamente, podría ser clave para que el club vuelva a soñar con objetivos ambiciosos. El reto es enorme, pero la temporada aún ofrece margen para mejorar. Los próximos meses serán decisivos para ver si el equipo logra superar esta asignatura pendiente y consigue cambiar su imagen como visitante.
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