Calero puede alcanzar el éxtasis en el lugar perfecto

El destino a veces escribe guiones que ni la mejor ficción podría imaginar. El Levante se encuentra a un paso de lograr el ascenso directo a Primera División. Y podría hacerlo en un escenario especialmente emotivo para su técnico, Julián Calero. El conjunto granota visita al Burgos en la próxima jornada. El mismo club donde Calero inició su historia de éxito en el fútbol profesional. Allí ascendió al equipo a Segunda y logró consolidarlo en la categoría, dejando una huella profunda en El Plantío.

Ahora, el técnico madrileño podría sellar otro ascenso. Esta vez con el Levante, en el mismo césped que tantas alegrías le dio. Para que se concrete el ascenso matemático, no basta solo con ganar al Burgos. También es necesario que el Mirandés no consiga la victoria en uno de sus próximos dos compromisos ligueros, ante el Córdoba en la jornada 40 o frente al Almería en la 41.

Un ascenso que cerraría un círculo emocional para Calero

Más allá del plano deportivo, este posible ascenso tiene una carga simbólica enorme. Para Calero, volver a Burgos y tener la oportunidad de celebrar un ascenso con otro club en ese mismo estadio supone cerrar un círculo emocional. Es una forma de rendir homenaje a su pasado reciente, mientras escribe una nueva página dorada en su carrera.

La motivación del Levante será máxima en un encuentro que promete emociones fuertes. El equipo valenciano llega en plena forma. Con una dinámica ascendente y superando en puntos a todos sus predecesores recientes en el banquillo. Calero, por su parte, afronta una cita que puede marcar un antes y un después tanto para él como para el club. El fútbol, caprichoso a veces, podría brindarle un desenlace inolvidable justo donde todo comenzó.