Este viernes al mediodía se ha conocido que el jugador del Almería, Aridane Hernández, ha sido detenido la pasada madrugada por la Policía Local de la ciudad. Según fuentes locales, el futbolista habría colisionado con su vehículo contra tres coches estacionados en la calle Argentinita y, posteriormente, se habría estrellado contra los accesos residenciales donde se sitúa su vivienda, en el barrio de la Vega de Acá, con la intención de ocultarse en su domicilio. Además, habría dado positivo en los test de alcoholemia realizado por las fuerzas locales.
Según informan fuentes municipales, el siniestro sucedió sobre las 3:30 horas. Aridane fue localizado en su domicilio gracias a la colaboración de testigos y a las grabaciones de las cámaras de la zona, después de introducir su coche en el garaje privado.
Fuentes policiales señalan que Aridane reconoció el siniestro en la calle Argentinita, donde impactó contra tres vehículos estacionados, y se sometió a un test de alcoholemia al cual dio positivo, casi triplicando la tasa de alcohol permitida al volante.
Tras el incidente, Aridane ha quedado en libertad, a la espera de un juicio rápido por motivo de los dos accidentes. Este mismo viernes por la mañana acudió al entrenamiento del equipo, llegando en taxi a las instalaciones del club, para preparar junto a sus compañeros el partido frente al FC Andorra, que se disputará este sábado en el Estadio de Encamp. El defensor del conjunto andaluz ha sido citado por su entrenador, Rubí, para dicho encuentro.
Las consecuencias a las que se enfrenta Aridane
Además de las consecuencias jurídicas a las que podría enfrentarse en caso de ser declarado culpable, también están las sanciones a las que podría hacer frente desde el punto de vista deportivo, tanto por parte del club, como de la federación.
Según avanza Mundo Deportivo, el Almería podría imponerle una suspensión de empleo y sueldo de once a treinta días, a Aridane, si la infracción se considera muy grave. Este tipo de sanción se aplica cuando se incumple la normativa que contempla: “La desobediencia que implicase grave quebranto de la disciplina o que causase perjuicio grave al Club, incluido el quebrantamiento de sanción.”
En caso de que la sanción sea considerada como grave -esta se da con el consumo habitual de tabaco o alcohol en un grado que pueda perjudicar la salud del deportista, así como cualquier otra conducta extradeportiva que repercuta de forma negativa a la imagen del club-, podría ser suspendido de empleo y sueldo de dos a diez días.
Por otra parte, están las consecuencias disciplinarias si se confirmase su consumo de alcohol y, especialmente, la posterior fuga tras los incidentes de tráfico. Esos hechos podrían ser considerados como muy graves conforme al artículo 66 del Código Disciplinario, relativo a los actos notorios y públicos que afectan a la dignidad y al decoro deportivos. En ese caso, la sanción podría conllevar una multa de entre 3.006 y 30.051, además de la inhabilitación para ocupar cargos en la organización federativa o la suspensión de licencia por un periodo de entre dos a cinco años.
