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Christian Carracedo es uno de los constructores del juego ofensivo del Córdoba. Un especialista en transformar acciones aparentemente cotidianas en oportunidades claras de gol. Con 29 años y 100 partidos como blanquiverde, el catalán ha alcanzado su mejor versión. Se ha convertido en una pieza imprescindible en el esquema de Iván Ania. Y en un líder indiscutible en la Segunda División.
Los números de Carracedo en LaLiga Hypermotion no solo explican su importancia. Además, lo sitúan entre los mejores de la competición. Lidera las tablas en centros totales y también muestran su precisión en los mismo (55%). Además, es el el número uno en pases que terminan en remates. Su capacidad para desbordar queda plasmada en sus 153 regates, de los cuales 99 han sido exitosos. Es líder en este apartado con holgura. Pero no solo brilla en ataque. También figura entre los mejores en duelos ofensivos ganados (160) y recuperaciones en campo rival. Queda mostrado su compromiso con todas las facetas del juego.
Más allá de las estadísticas, su impacto es técnico y táctico. Carracedo no solo busca la línea de fondo. Sus progresiones con balón (94 con éxito, segundo mejor registro de LaLiga Hypermotion) lo convierten en un elemento esencial para romper líneas y generar desequilibrio. Además, su precisión en los pases al área (61 exitosos) demuestra su inteligencia para leer el juego y abastecer a los delanteros en posiciones clave.
Desde su llegada al Córdoba en 2022, tras pasar por múltiples categorías y equipos, Carracedo ha encontrado estabilidad. Y ha demostrado que la confianza y el trabajo continuo son fundamentales. Su influencia en el ascenso del equipo a Segunda División fue decisiva. Y en su tercera temporada ha sellado su futuro hasta 2028, rechazando ofertas para priorizar su desarrollo en un proyecto que lo valora como pieza central.
El extremo, que acumula 6 goles y 20 asistencias en 7843 minutos con el Córdoba, no solo es un referente estadístico. También un ejemplo de resiliencia. Con una capacidad única para adaptarse a contextos y superar desafíos. Carracedo es el reflejo de un futbolista que ha evolucionado desde las categorías inferiores hasta la élite. Y que ya se ha consolidado como un modelo de perseverancia y talento en el fútbol profesional.
Christian Carracedo no tiene tope. Y apunta a seguir escalando en la élite. Su capacidad para liderar desde la banda y su determinación lo convierten en un nombre que resonará durante años en la afición blanquiverde.
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