Mañana acaba la temporada. Y con ella comienza la época de configuración de plantilla y el banquillo. Lo primero, claro, esto último. Y parece que se comienza a avanzar en tal sentido. Un nombre se posiciona, ahora sí, como favorito para el banquillo de Riazor. El Dépor necesita aclararlo cuanto antes.
Gilsanz sigue aplazando la fumata blanca
En la rueda de prensa previa al partido del domingo, Óscar Gilsanz dijo que «hasta la semana que viene no vamos a hablar nada», refiriéndose a su continuidad. Todo está en el aire. Está claro que el técnico blanquiazul no tiene el apoyo total de la dirección deportiva. De lo contrario, ya estaría todo solucionado. Y, además, no existiría el tanteo de otros entrenadores.
Hay otra oración dicha por el betanceiro que hace acrecentar las dudas. «Hablamos diariamente de temas de club de esta temporada. Y situaciones de la próxima, sin abordar ninguna con respecto de la figura del entrenador». Tampoco eludió la respuesta directa. «No tengo ni idea de si es mi último partido en Riazor. Uno tiene que trabajar en el club pensando que va a estar toda la vida, aunque te puedas ir mañana».
Un nombre se eleva ya sobre los demás para el banquillo del Dépor
El baile de entrenadores es extenso. Y en esta ocasión Luis de La Cruz nos adelanta que Antonio Hidalgo (entrenador del Huesca) es el mejor posicionado. Aunque desliza un nombre nuevo: Aldo Pedro Duscher, por todos conocido en Riazor. Luis Carrión también sería del gusto de Soriano. Parece descartado Lisci con grandes ofertas. Pero tampoco descartemos, en caso de cambio, otros nombres que ya sonaron como Sergio González o Davide Ancelotti (este con una oferta importante del Glasgow Rangers).
En el caso de Manuel Pablo, que tiene mucho apoyo por gran parte de la afición, el club parece que quiere ser cauto y que se fogueé un poco más en el Fabril para poder dar el salto lo más preparado posible al primer equipo. ¿Tendremos cambio o continuidad?
