El verano comienza a agitar los planes del Granada CF, que trabaja con intensidad para reconstruir su plantilla tras un curso complicado. En ese proceso de reestructuración, uno de los primeros movimientos apunta a reforzar una posición huérfana: el lateral derecho. Con las salidas ya confirmadas de Rubén Sánchez y Ricard Sánchez, el club nazarí está a punto de cerrar la incorporación de Pau Casadesús. Se trata de un joven talento procedente del FC Andorra.
El futbolista de 21 años, que ya ha anunciado su adiós del conjunto tricolor a través de sus redes sociales, se perfila como el elegido para asumir un reto de gran responsabilidad. Formado en la cantera del Levante UD y curtido en Segunda. Casadesús ha demostrado madurez, despliegue físico y una evolución constante que ahora podrían abrirle las puertas de Los Cármenes.
Una apuesta por juventud y proyección
Aunque aún no hay anuncio oficial por parte del Granada, las fuentes cercanas a la operación aseguran que todo está prácticamente acordado. El club apuesta por un perfil joven. De presente sólido y futuro prometedor, para ocupar una banda que ha quedado totalmente vacía. A día de hoy, Casadesús sería el único lateral derecho específico en el plantel nazarí.
Su llegada no solo responde a una necesidad táctica, sino también a una visión de futuro. En un contexto de renovación y con un mercado exigente, apostar por un jugador como Pau supone asumir un riesgo medido: talento en crecimiento, margen de mejora y hambre de demostrar que está listo para dar un paso más en su carrera.
Granada, entre la reconstrucción y la ilusión
La dirección deportiva trabaja con precisión. El Granada sabe que cada incorporación debe aportar valor inmediato, pero también estabilidad a medio plazo. Casadesús podría encajar en ese perfil. Si nada se tuerce, se convertirá en el primer refuerzo defensivo de un equipo que busca volver a levantarse con fuerza tras el descenso.
La afición, expectante, empieza a ver movimiento en un verano que promete ser intenso. Las primeras decisiones comienzan a marcar la hoja de ruta. Y Pau, con su juventud y determinación, podría ser el primer nombre en empezar a dibujar el nuevo Granada. Uno que quiere volver a mirar hacia arriba sin perder su esencia.
