La derrota del Granada ante el Al Ain por 0-3 no solo dolió por el marcador. Sino que sacudió el ánimo de un proyecto joven que aún no encuentra su pulso. En la rueda de prensa, Pacheta no escondió sus sensaciones. Revelando que el equipo no está listo aún y que la derrota fue un aviso de la realidad.
Mucho aún por perfilar en el Granada
Lejos de ocultar su preocupación, Pacheta lanzó un mensaje claro. El equipo se va a mover en el mercado. Así, reconocía estar contento con lo que pueden aportar una serie de futbolistas en plantilla. Por ejemplo, habló de la confianza que tiene en Stoichkov. Pero también dejó claro que se necesitan jugadores para elevar el nivel.
Pese al golpe, el técnico mostró firmeza y visión. El equipo tiene «sensaciones estupendas» y jóvenes con ganas de aprender, aunque también lamenta «un peaje por la juventud». Aun así, confía en que llegarán refuerzos antes del fin del mercado para pulir una plantilla en construcción.
Un SOS cuando aún se está a tiempo de corregir
En el Granada hay urgencia y esperanza. A la falta de juego colectivo, se suma la fractura con la afición, que expresó su malestar incluso durante el partido. No parece la hinchada nazarí dispuesta a dejar pasar mucho más a esta directiva. Además, la imposibilidad de cerrar la llegada de ingresos como el de Weissman complica aún más el panorama. En este contexto, reforzar el equipo no es capricho. Es una obligación para no empezar bajo mínimos.
El mensaje de Pacheta no busca excusas, sino construcción. Reconoce limitaciones, pero también apela a la ilusión: «Puede ser un año muy bonito», declaraba unos días atrás. Y esa creencia, combinada con fichajes inteligentes y paciencia, puede transformar la tormenta en impulso.
Porque el camino hacia el éxito no se escribe con certezas. Se construye con respuestas, desde dentro del campo y desde el mercado. En Granada lo saben. Y el reloj avanza.
