El actual delantero del CD Tenerife, Enric Gallego, ha pasado por varios equipos de Primera y Segunda División. Y tiene una inspiradora historia de superación para llegar a ser futbolista profesional.
Una trayectoria muy distinta a la habitual hacia la élite
Su camino hacia el fútbol de élite no fue el típico de una joven promesa que entra a la cantera de un gran club. Al contrario, su carrera es un auténtico ejemplo de esfuerzo y superación personal. Enric comenzó jugando en categorías del fútbol regional. Y tuvo que combinar el fútbol con trabajos fuera del deporte para poder mantenerse. El delantero trabajaba como conductor de grúas y en la construcción, levantándose todos los días muy temprano para cumplir con su jornada laboral. Al terminar, entrenaba con equipos modestos, sin dejar de luchar por su sueño de ser futbolista profesional.
A pesar de que jugaba en equipos humildes, su capacidad goleadora no pasaba desapercibida. Sin embargo, el fútbol profesional seguía viéndose como un objetivo lejano. Pero eso no frenó a Enric, quien continuó peleando por su sueño, y finalmente, su vida dio un giro. El Extremadura, entonces en la antigua Segunda División B (ahora Primera RFEF) y con un ambicioso proyecto, fichó al delantero catalán. Enric, consciente de la oportunidad, respondió de inmediato anotando 11 goles, lo que ayudó al equipo extremeño a ascender a Segunda División. Esto significó que Enric cumplía su sueño de debutar en el fútbol profesional a los 31 años.
Enric Gallego o cómo debutar en Segunda a lo grande
En su primera temporada en la categoría, el jugador nacido en Bon Pastor dejó a todos boquiabiertos marcando 15 goles en 19 partidos. Este rendimiento deslumbrante hizo que, en el mercado invernal, el Huesca, que militaba en Primera División en ese momento, lo fichara. Se cumplía otro sueño: jugar en la máxima categoría del fútbol español a los 32 años. Enric anotó 5 goles con el equipo oscense, una cifra destacable para su primera campaña en la élite. Sin embargo, el Huesca no logró salvarse y descendió a Segunda División.
Cuando parecía que Enric volvería a jugar en Segunda, el Getafe de José Bordalás, que había quedado 5º en la temporada 2018/19 y clasificado para la Europa League, pagó 6 millones de euros por su fichaje. Enric no solo había cumplido su sueño de jugar en Primera División, sino que ahora iba a disputar competiciones europeas, algo impensable después de haber superado los 30 años. Aunque tuvo pocas oportunidades en el Getafe, logró debutar en la Europa League. Ese mismo invierno Osasuna, también de Primera División, lo fichó por dos millones de euros para reforzar su plantilla y mantenerse en la categoría, objetivo que lograron.
El Tete, último destino de un goleador de 38 años
Ya con 34 años, Enric decidió bajar de categoría para unirse al CD Tenerife, equipo con un proyecto ambicioso que llegó a disputar los playoffs de ascenso a Primera División. En esa fase, Enric hizo historia en el conjunto tinerfeño, marcando dos goles decisivos contra Las Palmas, el máximo rival, que llevaron al equipo de Ramis a la final. Aunque finalmente no lograron ascender, ya que el Girona los venció, Enric anotó 12 goles esa temporada y continuó en Tenerife.
En la temporada 2022/23, Enric marcó 11 goles. Y la pasada campaña hizo 6 dianas. Actualmente, sigue luchando con el Tenerife a sus 38 años para llevar al equipo chicharrero a Primera División. Lo que hace su historia aún más destacable es que Enric nunca dejó de trabajar duro. Su humildad y perseverancia lo han convertido en un ejemplo para muchos jóvenes jugadores que, a menudo, sienten que el tiempo para alcanzar sus sueños se les escapa. Enric Gallego ha demostrado que, con esfuerzo y determinación, el fútbol recompensa tarde o temprano.
A pesar de las dificultades, su historia es un recordatorio de que el éxito no siempre llega de inmediato. Pero la pasión y el trabajo duro pueden superar cualquier obstáculo.
