La afición del Real Valladolid vive días de incertidumbre ante el inicio de la temporada. El propio director deportivo, Víctor Orta, ha encendido la alarma al admitir que el club no podrá inscribir todos los fichajes realizados este verano a tiempo para el debut liguero. Esta situación complica la planificación deportiva y obliga al club a priorizar movimientos en el mercado.
Límite salarial, el gran obstáculo de la pretemporada
Víctor Orta ha admitido públicamente que, a día de hoy, el Valladolid no podría inscribir a todos los jugadores recién llegados por el ajuste salarial que impone LaLiga. El club arrastra altas fichas de tiempos recientes en Primera y una sanción de la pasada campaña. Lo que lastra su presupuesto y le sitúa solo entre el séptimo y el noveno puesto de la categoría por límite salarial. La realidad económica obliga a la dirección deportiva a priorizar qué refuerzos se inscriben primero. La falta de salidas también bloquea la regularización de altas.
El objetivo actual pasa por agilizar la «operación salida». Nombres de jugadores con sueldos elevados como Amallah, Kenedy o Machis siguen en la plantilla, y sus salidas son clave para liberar espacio salarial. Mientras tanto, Víctor Orta avisa de que es probable que no todos los fichajes estén disponibles para la primera jornada. Por lo que el equipo tendrá que adaptarse en las primeras convocatorias.
El impacto en la plantilla y el mensaje de la dirección deportiva
Este contexto condiciona la ilusión de una afición que esperaba ver a los nuevos jugadores en acción desde el arranque del curso. Orta ha transmitido que el club está gestionando la situación con rigor y transparencia. Todas las incorporaciones se han planificado sabiendo que la gestión económica debe ser responsable a medio y largo plazo. El director deportivo reivindica que el Valladolid no debe hipotecarse por buscar ascender «a cualquier precio», porque eso pondría en riesgo la estabilidad en futuras temporadas.
La dirección deportiva intenta equilibrar un proyecto ambicioso con la cautela de no repetir los errores de ciclos anteriores. En los que los ascensos llevaron gastos descontrolados. Orta insiste en que, pese a la «estrechez y dificultad», se luchará por el ascenso optimizando los recursos y apostando por inscribir refuerzos prioritarios en función de la evolución del mercado.

Ajustes y salidas en Valladolid
La resolución de las salidas pendientes es ahora la máxima prioridad en Zorrilla. El club trabaja contrarreloj negociando rescisiones, ventas y cesiones que permitan cumplir con el límite impuesto por LaLiga. Además de completar la plantilla competitiva que reclama la afición. Sólo tras concretar estas operaciones se podrá dar de alta a todos los fichajes. Reforzando así las posiciones clave que aún quedan pendientes.
La prensa local y nacional, como Pucela Fichajes, coincide en señalar que no se trata de un problema exclusivo del Valladolid. Varios clubes de Segunda atraviesan dificultades similares. Lo que obliga a actuar con mucha precisión en cada movimiento del mercado. El club, aunque confiado en poder normalizar la situación, pide paciencia a seguidores y jugadores. Conscientes de que la gestión del límite salarial marcará la diferencia una temporada más.