La UD Almería está viviendo una temporada convulsa. Irregular. De mucha discontinuidad. Enlazar encuentros preocupantes para después hacerlo con otros de superioridad inusitada. Esta ha sido la tónica dominante del equipo a lo largo de lo que va de temporada. Quizá exista una única excepción dentro de la plantilla a tal caminar. Sí, Luis Suárez. Si bien en las 7 primeras jornadas tan sólo anotó dos tantos -ambos de penalti-, sus registros son superlativos. 21 goles y 6 asistencias adornan numéricamente una campaña inmaculada.
Luis Suárez, el MVP de la Jornada 31 es del Almería
Pese a todo, sorprende descubrir que el máximo goleador de la categoría, con diferencia sobre su perseguidor, no haya sido premiado con ningún galardón mensual. No le hace falta, en cualquier caso, para haber ofrecido una sensación de superioridad tan manifiesta. En ocasiones, Luis Javier ha parecido un adulto entre niños. El último encuentro, ante el Zaragoza, fue una muestra más de ello.
Luis Suárez, para el Almería, es imprescindible. No se puede entender al equipo rojiblanco sin él. Mucho menos en los últimos meses. Pese a ser, de largo, la estrella del equipo, no ofrece muestras de desconexión del juego. Es el primero en iniciar la presión, no escatima esfuerzos, ni negocia la lucha. Muestra carácter y personalidad, arrastrando a sus compañeros y exigiéndoles al máximo. Más allá de ese liderazgo, las cualidades puramente futbolísticas. Potencia, verticalidad, velocidad, generación de espacios, fortaleza en los duelos, disparo, desmarque…
El colombiano fue el autor del segundo tanto para el Almería ante el Zaragoza, participando también en el primero y el tercero, en los que sumó sendas asistencias. Una primera mitad ejemplar que le sobró a él y a su equipo para dar cuenta de su rival. Y para ser merecedor de ser considerado el mejor jugador de la Jornada 31.
