En Riazor se respira ilusión. En pleno arranque de la pretemporada, el Deportivo trabaja sin descanso para construir una plantilla que ilusione y compita desde el primer minuto. Y todo apunta a que está a punto de dar un golpe de efecto en el mercado. Según varios medios, el club gallego estaría a solo unos pasos de cerrar la incorporación de Luismi Cruz, actualmente en las filas del CD Tenerife.
El futbolista ya habría sido visto en A Coruña en las últimas horas. Allí estaría rematando los últimos detalles para formalizar su contrato. El reconocimiento médico y la firma serían cuestión de tiempo. De concretarse, sería un refuerzo de enorme valor para el ataque deportivista, tanto por presente como por proyección.
Una segunda línea de ensueño
El posible fichaje de Luismi Cruz no llega solo. Se sumaría a un frente ofensivo en el que ya brillan nombres como Mario Soriano o Yeremay Hernández. El primero, cerebral y asociativo; el segundo, vertical y descarado. Con Cruz, se añadiría una chispa diferente, la de un jugador capaz de desequilibrar en el uno contra uno, con regate, velocidad y llegada.
La temporada pasada, el extremo andaluz disputó 38 encuentros oficiales con el Tenerife entre liga y Copa del Rey, aportando 2 goles y 8 asistencias. Si bien no siempre fue titular indiscutible, dejó destellos de su talento en momentos clave. A sus 24 años, su perfil encaja en la idea que el Deportivo quiere consolidar: juventud, hambre y desequilibrio.
Un paso más del Deportivo hacia la ambición
Este posible movimiento no solo refuerza al equipo sobre el césped, sino también el mensaje que lanza la dirección deportiva: este año, el Deportivo no está de paso. El objetivo es claro y el camino exige valentía. Apostar por Luismi Cruz es mirar hacia arriba.
Falta el anuncio oficial, sí. Pero todo parece encaminado. Si no hay contratiempos, el jugador será presentado en breve ante una afición que sueña con un curso diferente, con fútbol alegre y resultados sólidos. Luismi podría ser la chispa que faltaba.
