El Racing de Santander sumó ayer una victoria prometedora (2‑0) ante el Eibar en un amistoso de pretemporada. Una de las mejores noticias del partido fue el rendimiento de Jeremy Arévalo, la joven joya del club que empieza a ganar peso en el primer equipo.
Con apenas 20 años, Arévalo fue referencia ofensiva. Conectó cuatro remates, casi abrió el marcador y destacó por su regate. Por su visión en la asociación y manejo de la espalda al presionar rivales. Su presencia en el campo marcó la diferencia.
Cuatro remates y puntería cerca del gol
Arévalo tuvo varias ocasiones claras. Sus disparos fueron de los más peligrosos del partido. Estuvo cerquísima de marcar, pero también mostró que no le pesa la responsabilidad. Su capacidad para conectar el golpeo fue de lo más comentado en El Sardinero.
Esas acciones revelan que sabe cómo posicionarse y sentirse cómodo dentro del área, una cualidad muy valorada en una promesa ofensiva.
Regate, asociación y dominio del balón al servicio del Racing
Destacó en su lectura del juego. Regates en corto para zafarse de la presión y pases acertados cuando el equipo necesitaba progresar. Ganó disputas por la espalda y ayudó a mantener la posesión en momentos clave del duelo.
Esa combinación de visión, técnica y control lo convierte en un talento a tener muy en cuenta de cara al inicio competitivo de la temporada.
Una perla que pide paso en el primer equipo del Racing
La actuación de Arévalo confirma algo que ya apuntaba desde la pretemporada anterior. Es hora de subir escalones. El cuerpo técnico ve en él una alternativa real para jugar con libertad en ataque.
Su rendimiento invita a abrirle un hueco en la primera plantilla. Ya sea como recambio o para ganar minutos en Segunda. El mensaje queda claro: la perla racinguista empieza a pedir paso con fuerza.
