El fútbol, a menudo, cambia con un matiz. Con un detalle. Una decisión en el banquillo que transforma la energía de un vestuario. Eso fue lo que ocurrió en el CD Castellón, que logró vencer en el primer encuentro bajo la dirección de Pablo Hernández.
El exfutbolista, que ahora da sus primeros pasos como técnico al frente del conjunto albinegro, se estrenó en el fútbol profesional con éxito. El triunfo no solo suma tres puntos. También abre un nuevo horizonte en Castalia, cargado de ilusión y expectativa. El buen fútbol, esta vez, vino acompañado de resultado.
Matices tácticos y nombres clave
Hernández no tardó en dejar su impronta. El Castellón se presentó con novedades en su once. Y, sobre todo, con una idea futbolística más clara. Solidez en el mediocampo y capacidad de respuesta en ataque. Uno de los nombres propios fue el de Ronaldo Pompei, que asumió los mandos en la medular. Su capacidad para ordenar, distribuir y dar equilibrio resultó decisiva en un equipo que necesitaba recuperar control y confianza en esa zona del campo.
El otro gran protagonista fue Kenneth Mamah. Tras semanas de ausencia, el atacante nigeriano regresó al verde y lo hizo con la mejor carta de presentación posible: el gol. En apenas unos minutos sobre el terreno de juego, Mamah se reencontró con las redes. Y volvió a ser ese agitador que tanto echaba de menos la afición orellut. Su tanto fue más que una mera estadística. Fue un mensaje de que tiene mucho que aportar en esta nueva etapa.
Una victoria que es mucho más que tres puntos en Castellón
La victoria tras el cambio de entrenador no es tan solo un resultado. Es un impulso emocional que puede cambiar dinámicas, curar heridas y fortalecer un proyecto que venía necesitando certezas. El Castellón, que en el arranque de temporada había mostrado dudas, encontró en este partido una base sobre la que construir un futuro más sólido.

El reto, claro está, será mantener la línea. En LaLiga Hypermotion cada punto cuesta sudor y sangre. Y la regularidad es el factor que separa a los aspirantes de los equipos que se diluyen con el paso de las jornadas.
Castalia vuelve a creer
El debut triunfal de Pablo Hernández es el punto de partida para una nueva etapa orellut. El Castellón ha redescubierto su carácter competitivo y la afición vuelve a sonreír. Todo parece indicar que el técnico regresará al filial, pero antes ha revitalizado al primer equipo.
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Porque cuando los nombres propios se convierten en certezas y la idea futbolística se impone, el futuro deja de ser una incógnita y empieza a ser una promesa. Castalia late de nuevo con esperanza.