Capaz de lo mejor y también de lo peor. Un líder destinado a una división superior que, al mismo tiempo, puede presentarse como una sombra por el campo que pasa sigilosa, prácticamente desapercibida. Un autor de las más bellas artes que alcanzan la altura de la misma escuadra y, a la vez, una víctima más de una frustración que lo invade y arrastra. Son las dos versiones de Brian Ocampo. Las dos versiones de un futbolista que nunca ha terminado de encontrar la continuidad en Cádiz.
Más picos bajos que altos
Un talento inmenso, brillante, que cuando aparece decide, pero cuando se oculta, le devora la crítica. Si hasta ahora ha conseguido salvar la sentencia, es tan solo porque le respaldan esas pequeñas dosis de magia esparcidas a lo largo de las cuatro temporadas que lleva de amarillo. Le apoya el recuerdo. La memoria de esas actuaciones increíbles por parte de un jugador de lo más irregular. Últimamente, la afición del Cádiz se está empezando a impacientar. No olvida su obra espectacular ante el Albacete Balompié con el exterior.
Tampoco su remate a la red contra el Leganés a la salida de un córner, que permitió a su equipo extraer un punto vital de un estadio complicadísimo como Butarque. Aun así, esta versión se contrapone a otra radicalmente diferente. Su actitud transmitida en el último partido frente al Málaga CF es la que, de manera casi definitiva, ha hecho al cadismo estallar de cólera.
Ante una nueva batalla
Apático, decaído. Así saltó Ocampo al césped de La Rosaleda. Arrastrado más por la desidia, que impulsado por esa motivación propia de un futbolista que sale desde el banquillo dispuesto a aprovechar su oportunidad para demostrar que merece su oportunidad. Mientras el resto de sus compañeros unió sus esfuerzos para conservar el valor de tres puntos cruciales, el extremo charrúa no remó en esa misma dirección.

Además, cometió errores y sufrió pérdidas comprometidas que, directamente, pudieron tornarse en contra de los intereses del equipo en el partido. Pese al triunfo final, la afición no tardó en responder. Ocampo recibió un aluvión de críticas que, incluso, le llevó a echar el cierre a sus redes sociales. Una decisión que solo hizo azuzar todavía más las llamas de un fuego de lo más destructivo y abrasador para todos. Especialmente para el futbolista uruguayo, que demuestra no estar pasando por su mejor momento. Así lo reveló Iza Carcelén en una entrevista concedida a Onda Cero al ser cuestionado por esta situación.
“Lo que tiene que intentar es él mismo sanarse a nivel mental. quitarse esos picos de un día estoy arriba, otro día estoy abajo”
,expresó el lateral al tiempo que reveló el principal problema que frena a su compañero en la búsqueda del reencuentro con su mejor versión. “Lo que necesita es cariño, no sólo de aquí, sino también de fuera”, añadió Iza. “Hay que entenderlo un poquillo, hay veces que es complicado porque te puede desesperar. Invito a que le den cariño”.
El Cádiz espera su regreso
La afición, por tanto, deberá cumplir con su parte para que todas las piezas se unan y Ocampo pueda volver a conectar con la misma sintonía del equipo. Quizás, mientras otros nombres de la plantilla tiren del carro como es el caso de Suso, Tabatadze o Álvaro García Pascual, la temporada se podrá salvar. Aunque, ciertamente, si además se añade la calidad individual de un talento sensacional como es el caso de Brian Ocampo, las aspiraciones de este equipo pueden elevarse todavía un paso más. El Cádiz tendría un motivo más de peso para creer en el ascenso.