En LaLiga Hypermotion, donde las rachas son espejismos y la estabilidad un bien de lujo, hay equipos que resurgen cuando nadie lo espera. El Burgos CF de Luis Miguel Ramis es el último ejemplo de ello. Cuando el viento parecía soplar en contra, tras dos derrotas consecutivas ante Huesca y Real Valladolid que encendieron alarmas, el conjunto burgalés se levantó con una fuerza que hoy impone respeto. Tres victorias seguidas, dos de ellas a domicilio, para convertirse en el equipo más en forma del campeonato.
La imagen más reciente tiene lugar en Butarque. Un estadio que suele agrandar a quien resiste y empequeñecer a quien duda. Allí, el Burgos no se achicó. Golpeó, gestionó y maduró el partido con carácter de equipo grande, derrotando al Leganés con la solidez de quien sabe a lo que juega y no traiciona su identidad. No fue un triunfo aislado, sino la confirmación de un momento dulce.
De la caída al resurgir: Ramis le dio la vuelta al guion
Que esta racha llegue justo después de dos derrotas no es casualidad. Habla de carácter, de vestuario y de convicción en una idea. Tras los tropiezos ante Huesca y Valladolid, lejos de hundirse o perder el rumbo, Ramis mantuvo su plan y reforzó conceptos. La respuesta del equipo fue inmediata y contundente.
En este ciclo triunfal, el Burgos ha vencido al Cádiz, a la Real Sociedad B y al Leganés. Tres rivales de perfiles muy distintos. Uno que aspira al ascenso directo, otro que simboliza el talento joven y un tercero construido para competir entre los aspirantes. Tres contextos diferentes, una misma respuesta: personalidad.
Los números lo avalan:
- 6 goles a favor y solo 2 en contra en esta racha.
- Dos victorias fuera de El Plantío consecutivas, algo que históricamente cuesta en un Burgos más dominador como local.
- Una sensación de control y solidez que invita a creer que esto no es un pico, sino una tendencia al alza.
Una versión del Burgos más madura y eficiente
El Burgos no es el equipo más vistoso del campeonato, no. Pero sí uno de los más fiables cuando interpreta los partidos. La mano de Ramis se nota en un equipo bien plantado, agresivo sin balón y eficiente cuando llega al área rival. No necesita producir un torrente ofensivo para ser dañino. Le basta con generar ventajas, castigar errores y saber cuándo acelerar o pausar.
La defensa ha recuperado su sello. El equipo concede menos situaciones claras y está mostrando una madurez táctica que recuerda a los mejores momentos recientes del club. En ataque, ha ampliado su repertorio. No depende de un único registro para hacer daño. Las bandas, el balón parado y las transiciones rápidas han sido armas recurrentes en esta serie triunfal.
Además, el vestuario transmite unión. Se percibe un grupo que cree en la propuesta del técnico y que se siente cómodo en el rol de equipo que nadie quiere enfrentar.
Lo que significa esta racha del Burgos para el futuro
Más allá de los puntos, esta racha puede marcar un antes y un después en la temporada del Burgos. Le ha servido para escalar en la clasificación. Ganar confianza y, sobre todo, demostrar que puede competir con los candidatos a todo. LaLiga Hypermotion es un campeonato que devora ilusos y premia consistencias. Y el Burgos, hoy, está empezando a cocinar la suya.

El calendario no se detiene y la exigencia será máxima. Pero la sensación, ahora, es que este equipo ha encontrado el pulso de la competición. Su reto será mantenerlo cuando lleguen las curvas inevitables del campeonato.
Una racha que invita a soñar, pero con los pies en la tierra
En Burgos saben que los sueños se construyen desde la humildad. No habrá discursos grandilocuentes. No los necesita. El equipo ha encontrado una fórmula. Es la de competir sin miedo, crecer desde la solidez y golpear cuando corresponde.
Tres victorias consecutivas no garantizan nada… pero lo cambian todo. Cambian el ambiente, la percepción y el grado de amenaza. Y hoy, cualquier rival que mire al calendario y vea al Burgos CF sabe que le espera un examen serio.






