El CD Castellón regresa al fútbol profesional. Tan sólo han pasado dos temporadas desde el descenso, sí. Aunque, a nivel institucional y a nivel deportivo nos encontramos ante una realidad diametralmente opuesta. Y es que este Castellón llega con nuevo propietario, cuestión que no es precisamente baladí en este caso. Haralabos Voulgaris lidera un proyecto con una identidad muy definida. Una que se encuentra lejos de lo convencional, acercándose a un modelo de espectáculo norteamericano. Con todo lo que ello conlleva, también en cuanto a la forma de entender tanto el club como el fútbol. Este es el nuevo CD Castellón.
CD Castellón, propuesta atractiva y arriesgada
Y es que los albinegros aterrizan de nuevo en la categoría de plata con las expectativas de ser un equipo muy atractivo a los ojos del aficionado. Para aquel al que le guste el fútbol «ofensivo», este CD Castellón será un regalo. Y es que a este equipo le va la marcha. Le estimula el caos. Se podría decir, incluso, que se siente cómodo en ese caos, con matices.
Y es que hablamos de un caos ordenado. Uno en el que los jugadores ya se sienten identificados con el sistema de juego. De hecho, muchos de ellos heredan ese estilo de juego y lo entienden a la perfección. Porque al final no hay posiciones definidas, prácticamente. Es cierto que se parte de una defensa de 3 centrales, con un eje y dos brazos. Y que ello se acompaña de dos carriles, que completan las posiciones más importantes de la idea blanquinegra. Pero esa propuesta, atractiva y kamikaze tiene matices muy especiales.
La importancia de la polivalencia futbolística
Y es que al final, cada jugador sabe jugar prácticamente en todas las posiciones del campo. El carrilero puede jugar de extremo. El central, en cierto momento, puede llegar a rematar en área pequeña. Sí, cada jugador parte de una zona del campo. Pero ello no obliga a que tenga que desarrollar su juego todo el partido en dicha zona. El hecho de que cada jugador pueda ocupar espacios que en principio no iba a ocupar convierte al CD Castellón en un equipo muy ofensivo.
Por ello, este equipo, recién aterrizado, va a sorprender y mucho. Va a ser muy atractivo de ver y el aficionado medio de Segunda lo va a disfrutar. El técnico neerlandés Dick Schreuder ha terminado por armar un equipo que ataca mucho y crea muchas ocasiones. Aunque es cierto que concede mucho, también. Así que el reto de este equipo estará en conseguir ajustar y equilibrar ese balance. En cualquier caso, podemos prepararnos para disfrutar de una propuesta diferente que no dejará indiferente.