El Almería se prepara para un reto mayúsculo en el partido de vuelta de la semifinal del playoff de ascenso a Primera División. Tras caer en casa por 1-2 frente al Real Oviedo, el conjunto andaluz se ve obligado a remontar como visitante. Deberá ganar por al menos un gol para forzar la prórroga. Y por dos si quiere avanzar sin necesidad de tiempo extra.
Las malas noticias no acaban en el resultado. Las bajas continúan acumulándose en el equipo dirigido por Rubi. A las ausencias ya conocidas de Marc Pubill y Luis Suárez por compromisos internacionales, se suma la larga recuperación de Baba y la lesión que arrastra Robertone. Pero lo más preocupante es la situación de Leo Baptistao, quien tuvo que abandonar el terreno de juego en la segunda mitad del encuentro de ida. Su participación en la vuelta está en seria duda.
Un desafío físico, mental y futbolístico para el Almería
El Almería no solo afrontará un partido clave sin varias de sus piezas más importantes. También deberá gestionar el desgaste físico y emocional. En un Carlos Tartiere que promete ser una caldera, los de Rubi necesitarán máxima concentración para no verse superados por el contexto y el ambiente.
Aun así, el equipo ha demostrado capacidad ofensiva durante toda la temporada. Y confía en que los jugadores disponibles puedan marcar la diferencia. La remontada no será sencilla. Pero en el vestuario mantienen viva la fe en una clasificación heroica.
Todo está en juego para un Almería que busca regresar a la élite del fútbol español. Y aunque la cuesta se empina, la ilusión de toda una ciudad sigue intacta.
