El Burgos CF se mete en puestos de Playoff de ascenso y David González se consagra en El Plantío con dos asistencias. Los de Ramis se alían con el gol y consiguen remontar el gol tempranero del Málaga.
90 minutos donde salió el sol en Burgos
Daban las 16:15 de la tarde y El Plantío contaba con 8.808 espectadores en sus butacas. Un inicio de titubeo mutuo hizo que el Málaga aprovechase una mala salida de balón burgalesa para adelantarse en el 9. Automáticamente, la grada de animación blanquinegra – que había visto el 0-1 a escasos metros – comenzó a alentar a los suyos.
El Burgos tardó en encontrarse en el partido, pero poco a poco fue acercándose a la meta rival. Corría el minuto 28 y Appin puso tablas en el marcador tras un pase medido de David González. Una falta tocada con zurda a la espalda de la defensa, donde el franco-martinico rompió en paralelo y remató ligeramente forzado, pero sin oposición.
La historia iba a ser la misma para el 2-1. Línea de fondo, donde Lizancos tocó atrás para David que, tras un control, puso un centro pasado que remató libre de marca Florian Miguel a un metro de la portería visitante. Dos balones que generaron los dos goles para un Burgos que la campaña pasada ansiaba estas ocasiones.
Ramis encuentra en Burgos lo que necesitaba
La temporada 24/25 acabó con el Burgos en mitad de tabla. Lo que le llevó a ahí fue la falta de gol en momentos clave. Los blanquinegros terminaron con 41 goles a favor, el cuarto equipo menos goleador, solo por delante de Tenerife, Ferrol y Cartagena, los tres últimos. Incluso por detrás de un Eldense que también descendió.
Al término de la jornada 7 de esta temporada, los de Ramis están en posiciones de Playoff de ascenso y se colocan como el quinto equipo más goleador. Gran parte de la culpa de esta mejora viene de las orillas del Arlanzón. David González, burgalés formado en las categorías inferiores blanquinegras y con paso por el Numancia y el Real Madrid, se consuma como el jugador con mejores números en lo que va de campeonato en las filas de Ramis, con tres asistencias y un gol.
El hijo de los Hijos del Frío
La afición lo sabe, y David llena de orgullo a un Burgos que siempre ha tenido muy presente el sentimiento de pertenencia. Por su parte, Ramis, también sabe de lo que es capaz el centrocampista. Prueba de ello es su sustitución en el último partido. El 14 fue el último de los cambios, evidenciando la confianza del técnico en su capacidad de crear ocasiones con poco, lo que le dio la razón por partida doble este domingo.
El colofón final a la actuación de David fue la ovación del Plantío con casi nueve mil aficionados en pie. Una ovación que deja claro el trabajo, la confianza y el saber esperar el momento que ha marcado la creciente carrera de David. Una carrera de la que están orgullosos en Burgos y de la que los hijos del frío quieren disfrutar por mucho más tiempo.
