Acabó la espectacular racha de resultados del CD Castellón. Una derrota en el Nuevo Mirandilla ante el Cádiz CF por 2-0 frenó en seco una escalada increíble que llevó al cuadro orellut de mirar de cerca el descenso a fantasear con un histórico ascenso a Primera División tras 35 años. Una racha impecable de cinco victorias en cinco partidos que comenzó, de forma totalmente causal más que casual, con la llegada de Pablo Hernández al banquillo de Castalia.
El gol anulado que pudo cambiar el partido
El ex futbolista de Valencia CF o Leeds United, entre otros, fue ascendido al puesto desde el filial como una apuesta de la casa tras la destitución del neerlandés Johan Plat. A pesar de que la inexperiencia se situó en su contra, un conocimiento tan cercano a la causa del Castellón fue lo que terminó impulsando hasta la cima al Castellón de Pablo Hernández que, como máximo artífice de este buen momento, también ha sido uno de los más dolidos por el fin de esta racha el pasado fin de semana en el Nuevo Mirandilla.
No pudo sentarse en el banquillo frente al Cádiz, debido a que se encuentra ingresado en el hospital por complicaciones surgidas de un cólico renal. Aun así, Pablo Hernández siguió muy de cerca el encuentro en el que su equipo sufrió una derrota. Un resultado que no debió sentar nada bien al técnico del Castellón que, aunque no pudo pronunciarse en rueda de prensa, sí que lo hizo a través de una publicación en sus redes sociales, donde cargó directamente contra el árbitro del VAR: Rubén Ávalos Barrera. “Sólo espero que el señor Rubén Ávalos no vuelva a dirigir ni un partido más desde el VAR a nuestro club”, escribió Pablo Hernández.
“Con el pan y la ilusión de un escudo, no se juega ni se premedita”
, finalizó su mensaje.
La vida debe continuar en Castellón
El entrenador del CD Castellón se refirió a una polémica acción en la que un gol de su equipo fue anulado por lo que fue señalado como una mano de Ousmane Camara, antes de que Lucas Alcázar rematara el balón a la red cuando el marcador aún estaba en 0-0. Un resultado que, sin duda, hubiera cambiado el devenir del encuentro. Sin embargo, terminó favoreciendo en esta ocasión a un Cádiz que volvió a celebrar un triunfo en casa.
Así es el arbitraje. Una balanza caprichosa que a veces te da y otras te quita. El encargado de tomar decisiones capaces de cambiar partidos e incluso temporadas. También destinos o la propia vida. El Castellón, por su parte, deberá continuar con la suya. Un camino que deberá continuar labrando por sí mismo como ha hecho hasta ahora para hacerse un hueco en la zona de play-off de ascenso; porque entre tanta polémica, duda e incógnita, tan sólo existe una única certeza absoluta que el error humano nunca podrá tumbar. Nunca podrá ponerse por encima del esfuerzo y el trabajo bien hecho sobre el césped. Valores que, al final, son los que verdaderamente deciden el futuro de un equipo.








