El Racing volvió a sumar en Córdoba pero le supo a poco el empate después de ganar 0-2. La falta de equilibrio y solidad sigue siendo el talón de aquiles del equipo cántabro. En parte a eso, hay un futbolista que ha pasado de solución a ser casi imprescindible y esta vez decisivo: Marco Sangalli.
Liberar a compañeros
En el Racing hay mucho jugón y pegada de tres cuartos en adelante. 17 goles a favor son números de record en la categoría. Sin embargo, los 12 en contra también son una seña de donde está el punto débil de los verdiblancos. Es esa falta de equilibrio lo que le está costando encontrar al Racing en estas primeras jornadas.

Los números no son malos. Cuatro victorias, un empate y una derrota. Ha caído a la tercera plaza por el penalti del otro día en Córdoba. Un lugar donde volvió al once un hombre que parece imprescindible. Marco Sangalli se ha convertido en el extremo zurdo que equilibra al equipo. Su función defensiva, cerrando hasta en línea de cinco, y su trabajo y desgaste notable, libera a jugadores como Íñigo Vicente, Andrés Martín o Peio Canales.
Gol y asistencia
Sangalli solo se perdió el partido ante la Cultural Leonesa, curiosamente cuando el Racing sale goleado. El guion de partido esperado por José Alberto era otro y el vasco no entraba en esos planes. Sin embargo, en otro contexto como en Córdoba, volvió a ser importante e incluso decisivo.
Normalmente cuando llega a posiciones de ataque se le apaga la luz. Ya había fallado dos mano a mano delante del portero pero Sangalli tenía un as en la manga. Una jugada maradoniana por banda izquierda acabó en la bota de Andrés para poner el primero. Luego los mismos protagonistas, pero a la inversa hicieron el 0-2. Además, casualmente, salió Sangalli del campo y el Racing encajó. De una manera o de otra, el ’15’ se ha vuelto imprescindible.