El CD Mirandés afronta la final del playoff por el ascenso a Primera División con la emoción a flor de piel. Pero también con la vista puesta en un premio que va mucho más allá de lo deportivo. Y es que en juego no solo está el salto a la élite. También un impacto económico de dimensiones históricas para la entidad rojilla. Así lo refleja, con datos concretos, Diario de Burgos.
Según estimaciones, el ascenso supondría unos 35 millones de euros adicionales por derechos televisivos. Una cifra que podría transformar por completo el presente y el futuro del club. Para una entidad acostumbrada a pelear con humildad y recursos limitados, el premio representa un salto cualitativo incalculable.
El ascenso que cambiaría todo para el Mirandés
Pero los beneficios no terminan en la televisión. El ascenso también traería consigo una exposición mediática sin precedentes. Tanto a nivel nacional como internacional. Ser equipo de Primera significa aparecer cada semana en portadas, retransmisiones globales y debates en todos los rincones del planeta fútbol. La marca Mirandés podría multiplicar su valor en cuestión de meses.
Además, hay que contar con el incremento en ingresos por taquilla, abonos, merchandising y patrocinios. El efecto dominó que genera llegar a Primera es real y poderoso. Para un club como el Mirandés, donde cada euro cuenta, ese crecimiento puede ser la base de una nueva era de estabilidad y ambición.
La hora de la verdad, con el futuro en juego
Los directivos lo saben. Esta final no es solo un partido. Es una puerta abierta a otra dimensión. El cuerpo técnico y los jugadores, mientras tanto, mantienen los pies en el suelo. Pero la ilusión se respira en cada rincón de Anduva. Porque esta oportunidad, tan difícil de alcanzar, podría cambiar la historia del club para siempre.

En el fútbol, no todo se mide en goles. A veces, un pase a Primera vale decenas de millones. Un reconocimiento mundial y un sueño cumplido. El Mirandés está ante uno de los momentos más importantes de su historia. Y todo está en juego en 90 minutos —o quizá alguno más— que pueden convertirse en eternos.