Hay partidos que van más allá del resultado. Encuentros que huelen a historia. A rivalidad noble, a raíces compartidas. Y este verano podría vivirse uno de esos momentos en tierras aragonesas. La SD Huesca ha recibido una propuesta que despierta nostalgia y emoción a partes iguales. Retomar el tradicional Memorial Carlos Lapetra frente al Real Zaragoza.
Según informa El Periódico de Aragón, el club blanquillo ha invitado al conjunto oscense a disputar este clásico amistoso del verano. Pero no será un partido cualquiera. El encuentro podría marcar el estreno del nuevo estadio modular que albergará al Zaragoza durante las obras de la nueva Romareda. Un escenario temporal, pero cargado de simbolismo, que se abriría con un duelo muy especial.
Una rivalidad sana con aroma de antaño entre Zaragoza y Huesca
Durante años, el Memorial Carlos Lapetra fue un clásico del calendario estival. Un choque entre hermanos rivales. Entre dos escudos que comparten comunidad, orgullo y pasión por el fútbol. Volver a verlo en cartel sería un guiño a los románticos. A los que crecieron con esos veranos de fútbol cercano, de gradas mezcladas y respeto mutuo.
Para el Huesca, sería más que una invitación. Sería el privilegio de estrenar un estadio que, aunque no sea propio, pasará a formar parte de la historia del fútbol aragonés. Y también sería una oportunidad para preparar el nuevo curso frente a un rival de máxima exigencia, con la motivación de revivir emociones dormidas. Lo sería en un estadio que además ya tiene nombre: Ibercaja Estadio.
Verano de estrenos, verano de emociones
La propuesta aún no es oficial, pero las conversaciones están abiertas. Si se concreta, el partido se jugaría en agosto, antes de cerrar la pretemporada de ambos equipos. Sería el primer paso de un curso ilusionante para dos clubes que buscan reencontrarse con sus mejores versiones.
El Huesca, en particular, afronta un verano clave. Con la ilusión de volver a competir por algo grande, un partido de este calibre serviría para medir fuerzas… Pero también para reconectar con una identidad que nunca se ha perdido. Y hacerlo, además, con el honor de estrenar un estadio que quedará en la memoria. Sería un detalle que no se olvidará fácilmente.
