Había ilusión, había contactos y había esperanzas. Pero Joni Montiel ya no vestirá de blanquinegro. Ni tampoco de blanquivioleta. El talentoso mediapunta madrileño ha puesto rumbo al Qarabag FK, uno de los clubes dominantes del fútbol azerí, y se despide así de LaLiga Hypermotion. Una decisión que sacude especialmente al Burgos CF, que lo tenía en su lista de prioridades para reforzar su zona de creación.
Montiel, de 26 años, era uno de esos jugadores capaces de inclinar la balanza en un campeonato donde el detalle marca la diferencia. Su zurda, su pausa, su capacidad para generar desde la nada eran el perfil perfecto que buscaba Ramis para su nuevo proyecto. También el Real Valladolid había preguntado por su situación. Pero la oferta económica del Qarabag, sumada a la posibilidad de disputar competiciones europeas, ha pesado más que el arraigo deportivo o el deseo de continuidad en España.
Una carrera entre destellos y decisiones complejas que regresa a Burgos
Formado en la cantera del Rayo Vallecano, Montiel debutó en Primera con apenas 17 años. Desde entonces, ha pasado por clubes como Deportivo, Oviedo, Levante o Real Valladolid, alternando buenas rachas con etapas de menor protagonismo. En Segunda División acumula 147 partidos, con 15 goles y 13 asistencias. Un clásico de la categoría.

El Rayo Vallecano, dueño de sus derechos, no contaba con él para la 2025-26, y estaba libre. En Burgos lo veían como el eslabón perfecto para conectar la medular con la delantera. Y su fichaje habría elevado notablemente el techo técnico del equipo. Pero la distancia entre el deseo y la realidad a veces es insalvable. El Qarabag llegó, convenció y firmó.
Una pérdida con sabor amargo para la categoría
La marcha de Montiel no solo duele en El Plantío. Es también una pérdida simbólica para LaLiga Hypermotion. Se va un jugador distinto, de los que piensan más rápido que los demás. De los que aún creen que un pase puede ser arte. En un campeonato cada vez más físico y táctico, su ausencia deja un vacío de imaginación.
El Burgos deberá mirar hacia otro lado. Recalcular. Encontrar otro camino hacia la magia. Pero Joni Montiel ya no estará ahí. Porque el fútbol, como la vida, va de elecciones. Y esta, por mucho que duela, ya está tomada.