Tras superar una infección que le llevó a estar seis días hospitalizado, Stanko Jurić ha regresado al trabajo con el Real Valladolid transmitiendo energía y liderazgo. El capitán croata asegura que el vestuario está comprometido y hambriento de victoria tras las dos últimas derrotas. En rueda de prensa, compartió su proceso de recuperación y la determinación de un grupo joven, ansioso por cambiar la dinámica y volver a ganar.
Recuperación progresiva y espíritu de superación
Jurić detalló que la infección comenzó tras un golpe sufrido en el partido contra Zaragoza, pero continuó jugando pese al dolor. “Al principio parecía normal, pero una mañana el dolor era diferente y apareció la inflamación. Me asusté cuando subió hasta la rodilla, pero los médicos lo solucionaron con antibióticos”, explicó el mediocentro, agradeciendo la rápida actuación de los especialistas. Ahora sigue entrenando, esperando llegar al partido frente al CD Mirandés, aunque enfatizó que solo jugará si ve que puede aportar plenamente al equipo.
El croata, conocido por su actitud tenaz y mentalidad feroz, aseguró que está “mejor” y listo para volver a luchar por el equipo. Su compromiso ha servido de ejemplo a los más jóvenes, ayudando a mantener el ánimo en el vestuario durante momentos complicados. Como referente y capitán, Jurić ha conseguido que la plantilla mantenga la concentración y siga preparándose con ferocidad para retomar el triunfo.
Hambre de ganar y autoexigencia en el vestuario
Durante la rueda de prensa, Jurić insistió en la importancia de la “hambre” y la ambición, asegurando que ha visto al grupo “entrenar bien y aprender para mejorar”. Admitió que el Real Valladolid, siendo un equipo joven, estaba preparado para sufrir frente a rivales muy cerrados. Sin embargo, destacó la actitud hambrienta de los “chavales” y su foco absoluto en cambiar la dinámica y volver a competir con fuerza. “Sabía que íbamos a sufrir, pero he visto a los chicos enfocados y con ganas de ganar otra vez”, afirmó con entusiasmo.
Jurić recalcó la importancia de “tener paciencia, estar juntos y trabajar intensamente cada jornada”, recordando una situación similar vivida hace dos años, cuando el equipo logró remontar y alcanzar éxitos con menos puntos de los que tienen actualmente. El mediocentro defiende que el club cuenta con los recursos y el potencial para volver a ser un rival explosivo en la categoría, mientras pide tiempo y unidad para consolidar el trabajo diario.

Liderazgo y visión táctica: clave en el futuro del Valladolid
Como uno de los capitanes, Jurić valora su rol: “Me siento importante en el equipo y agradecido de poder ser líder aquí”. Aunque su perfil es de menos palabras y más acción, reconoce que apoya a sus compañeros en cada situación y disfruta de la confianza que le otorgan tanto el entrenador como la afición. “Prefiero hablar en el campo. Javi Sánchez e Iván Alejo me ayudan mucho”, destacó. En el plano táctico, reconoce sentirse más seguro jugando con dos interiores por delante, ya que cuando el sistema demanda dos pivotes sufre más riesgos. No obstante, se muestra dispuesto a adaptarse por el bien de la plantilla y bajo la exigencia de Almada, a quien admira por imponer un ritmo intenso y revolucionario en los entrenamientos.
La poderosa recuperación de Jurić, junto a su incansable actitud, refleja la fortaleza interna y el coraje de un Real Valladolid que no se rinde ante la adversidad. La plantilla está lista para transformar la “hambre” en resultados extraordinarios y devolver la alegría a la afición blanquivioleta, devolviendo el equipo a lo más alto con esfuerzo y determinación. La persistencia y el liderazgo de Jurić no solo son valiosos para el presente, sino que prometen ser determinantes y transformadores en el futuro inmediato del club, donde la ambición debe ser el motor para reencontrar el máximo nivel competitivo.