El Málaga pagó caro sus desajustes defensivos en el Plantío y no pudo pasar del empate ante un Burgos que aprovechó cada fallo. Y por el momento el Burgos sigue como invicto en casa, demostrándolo al igualar rápidamente el marcador tras el gol de Dani Lorenzo, poniendo en evidencia la falta de solidez defensiva de los malaguistas en los momentos claves del partido.
Equilibro en la primera parte
El Plantío presenció una primera mitad vibrante, propia de dos equipos que pelean por asentarse en una zona cómoda en la clasificación. El Málaga golpeó primero, con un inicio valiente que encontró el primero muy pronto. En el minuto 9, Dani Lorenzo culminó una buena acción colectiva tras la asistencia de Juan Lobete para firmar el 0-1 y silenciar a la grada burgalesa.
El tanto obligó al conjunto de Ramis a reaccionar, y lo hizo a través de la presión y las llegadas desde segunda línea. El dominio local fue creciendo con el paso de los minutos y el primero del Burgos llegó en el 27. Una falta lateral ejecutada por David González acabó en los pies de Appin en el corazón del área, que batió a Herrero para poner el 1-1.
Tras el empate, el partido entró en una fase de mayor fricción, con alguna que otra interrupción que bajó el ritmo. Con tablas en el marcador, el choque se marchó al descanso dejando la sensación de que todo podía pasar en la segunda parte.
Un equilibrio roto por detalles graves

El regreso a vestuarios mostró a un Málaga convencido de buscar los tres puntos. Pelicer ordenó a lo suyos mantener la presión alta y el equipo andaluz logró algunas aproximaciones que obligaron a intervenir al portero local. Sin embargo, la falta de precisión lo volvió a penalizar.
Por ello, el Burgos paciente, esperó su momento y lo encontró en el minuto 76 con una transición rápida, que terminó en los pies de Florian Miguel, que ejecutó dentro del área un disparo cruzado imparable.
Los goles encajados del Málaga, no fueron casualidad, ni de de un acierto excepcional del rival, sino de errores defensivos graves. La fragilidad en la coordinación entre centrales y laterales le está costando al Málaga bastantes puntos. En el segundo gol, Florián disparo completamente solo en el área chica para finiquitar el encuentro.
El arreón final insuficiente

Con el marcador en contra, Pellicer al frente del movió el banquillo en busca de frescura y verticalidad. Pero los cambios realizados por el técnico malaguista no sirvieron de mucho, es más dieron peores sensaciones en escasos minuto dentro del terreno de juego. No obstante el Burgos siguió a lo suyo y cerró con oficio el partido, defendiendo con uñas y dientes y sabiendo enfriar el encuentro con interrupciones.
El conjunto andaluz se marcho del Plantío con la certeza de haber merecido más y la preocupación de que el fútbol, una vez más, no entiende de méritos si no de goles. Por que en esta categoría todo vale muy caro ante los fallos y desajustes del equipo rival.
MÁLAGA CF
TITULARES: Alfonso Herrero (5), Einar Galilea (2), Juanpe (4), Chupe (4), Larrubia (4), Murillo (5), Dani Sánchez (5), Montero (4), Dani Lorenzo (6), Lobete (3), Rafa Rodríguez (5)
SUPLENTES: Gabilondo (3), Dotor (3), Dorrio (4), Jáuregi (4)
BURGOS CF
TITULARES: Cantero (7), Lizancos (8), Atienza (7), Grego Sierra (8), Fer Niño (5), Appin (7), Florian Miguel (9), David González (9), Aitor Córdoba (6), Iñigo Córdoba (6), Morante (7)
SUPLENTES: Curro Sánchez (5), Fermín García (5), Mario González (5), Sergio González (6), Mario Cantero (6)