El mercado de fichajes empieza a tomar temperatura en el Carlos Belmonte. Y uno de los focos está claramente puesto en la portería. El Albacete busca reforzar esa zona del campo con garantías, y en las últimas horas ha aparecido con fuerza un nombre con experiencia, carácter y recorrido en el fútbol profesional: Diego Mariño.
El veterano guardameta, que esta temporada ha defendido los colores del Granada CF, podría cambiar de aires este verano. Su renovación con el club nazarí se ha enfriado y, según informa Juanma Sevilla, periodista de AS Albacete, el conjunto manchego estaría atento a su situación. Mariño, con una trayectoria amplia en LaLiga y Segunda, aportaría liderazgo a una posición clave.
Entre experiencia y juventud, el debate sigue abierto
Pero no es el único nombre que suena con fuerza. En días anteriores ya trascendió el interés del Albacete en Alejandro Iturbe, joven guardameta del Atlético de Madrid. Internacional con la sub-21 y con proyección más que prometedora, su perfil ilusiona por el futuro que representa. Eso sí, su llegada dependería de una cesión pactada con los colchoneros.
La dirección deportiva del Albacete parece estar valorando distintos perfiles para cubrir un puesto que ha sido objeto de debate en la última campaña. Entre la seguridad de un portero curtido como Mariño y la ambición de un talento emergente como Iturbe, el club busca el equilibrio perfecto para dar un paso al frente.
Movimiento clave en el proyecto del nuevo Albacete
Los movimientos en la portería no son casuales. La intención del club es construir desde atrás un bloque sólido que pueda competir con más regularidad en la próxima temporada. La elección del arquero será, por tanto, una decisión estratégica, no solo deportiva. Y todo apunta a que en los próximos días habrá novedades importantes.

El verano aún es largo, pero en Albacete ya se respira la expectación propia de los mercados que prometen. La afición está atenta, y los nombres que empiezan a sonar despiertan sensaciones distintas, pero igualmente esperanzadoras. Porque construir un muro bajo palos puede ser el primer paso para volver a soñar.