Vuelve Andalucía. El orgullo, la cultura y la tradición. El sol, la sal y el son. Vuelven los ‘olés’ desde la grada con acento flamenco. El ‘ojú que caló’ en los primeros compases de la temporada. Y los ‘arrecío’ de frío cuando el invierno comienza a apretar. Vuelve la tierra de los labradores y los marineros. De los pescadores y artesanos. De la gracia y el brío. Del fútbol alegre, el arte y el talento. Los bailaores con el balón en los pies. Vuelve el Córdoba y el Málaga. También el Granada, el Cádiz y el Almería para levantar, con la fuerza de sus propias manos, a una comunidad que anhela emprender algún día un camino conocido para recuperar su lugar en la gloria. Andalucía… ¡Tantas veces desterrada por la injusticia, la altivez y la hegemonía!
Ahora es el balón el que alza la voz para unirse con la historia y exigirte que vuelvas a tu sitio en los escondrijos del desprecio, pero pronto podrás sublevarte. Te lo prometo, Andalucía. Podrás volar alto para reclamar tu sitio, el que muchos te han intentado arrebatar a lo largo de los siglos. Será entonces cuando nada ni nadie te podrá derrumbar. Cuando nadie podrá detener tu inevitable destino. Podrás ponerle tu acento a Primera, tu quejío. Ese que negamos y renegamos. Aunque antes, deberás hacerlo en otro lugar, donde venciste y conquistaste. Donde tu pasado conserva una historia triunfal. Te toca esperar Andalucía, aunque pronto volverás. Ahora, sólo piensa en reinar.
Andalucía está de vuelta
La bandera blanca y verde volverá a ondear en Segunda División. Y lo hará con más firmeza que nunca. Hasta cinco equipos estarán esta vez repartidos por el mapa de una competición que, la temporada pasada, abrió un extenso terreno desértico en la comunidad de Andalucía. Los caminos trazados por los recién ascendidos Málaga CF y Córdoba CF, que comienzan a retomar el vuelo, se unirán a los de otros tres equipos que vendrán de un punto de partida totalmente diferente, pero que terminarán aterrizando en la misma planicie, después de caer en picado desde las alturas en Primera: Cádiz CF, Granada CF y UD Almería. Andalucía destronará a la Comunidad Valenciana para posicionarse como el territorio más representado en el fútbol profesional. Al menos, durante esta temporada, que será celebrada por todos desde el comienzo, de punta a punta.
Desde el Cabo de Gata hasta la ribera del Guadiana. Aunque a medias. Porque en una tierra tan rica, pero a la vez tan llena de tópicos y complejos, habrá quien piense que el fútbol andaluz atraviesa una época de crisis acentuada por el fatídico triple descenso sufrido en Primera División. Que tan solo se sostiene por el poder de los dos colosos sevillanos. Una perspectiva con tendencia a la desilusión, al descrédito. Una moneda que siempre cae mostrando la cruz, porque le puede más el peso de la historia que la propia convicción. Andalucía espera ahora poder por fin dar el paso al frente definitivo en la que será su temporada, para reunir la fuerza suficiente que le permita tumbar a la opinión vulgar y al frágil estereotipo. Y poner aún más arriba la grandeza de su nombre. Tendrá, para ello, al Cádiz CF como principal abanderado. Un equipo que parte como la principal esperanza de una Comunidad entera. Porque el tesón de sus vecinos del este, Granada y Almería, prometen también ser fuertes, pero el carácter de lucha que le llevó a mantener la ilusión por la permanencia hasta prácticamente el último suspiro de la temporada pasada, será el mismo que ahora acompañará al Cádiz en su camino con destino al retorno. Un Cádiz construido a base de acento que ya conecta con su afición… cada vez más, a medida que avanza el mercado veraniego de fichajes.
Un plantel que conecta con la afición
Huelva. Tierra de castillos y de fandangos. De mar y de barcos. Le dio el más imponente de sus faros. Al guardián de la puerta, José Antonio Caro. Hacer olvidar a un portero tan único, con una capacidad tan especial para robar el corazón del aficionado como es Conan Ledesma, no será fácil. Aunque tampoco es cuestión de borrar una memoria para construir otra totalmente nueva. Sino de continuar una historia en la que cada capítulo tiene su protagonista especial. Junto a él, curtido en la maestría sevillana, llegará Matos a modo de ofrenda desde el sólido Burgos de Jon Pérez Bolo. Llega para vivir una nueva experiencia en el Mirandilla como un lateral diferente. Más incisivo, más diferencial. El utrerano reemplazará a un Lucas Pires que, como Conan, se vio de un día para otro metido en una cultura diferente. Una tierra lejana que le acogió desde el primer día como uno más. “A los amarillos, buena vida y mucho carnaval”, escribió en su carta de despedida antes de poner rumbo a River Plate el portero de Pergamino. El ‘bárbaro’, de apariencia áspera, demostró su lado más tierno con una ciudad que tiene un poder de atracción mágico. Aunque cualquiera que la pisa por primera vez no tarda en darse cuenta de que no existe una fórmula secreta: es la cercanía de su gente.
Matos tendrá a su lado en su vuelta al Mirandilla a Glauder, de Algeciras; una ciudad enclavada en un lugar privilegiado entre dos continentes. Un central convincente. Un guerrero tenaz que, de la misma forma, también ocupará una posición esencial en el centro de la defensa, aunque su polivalencia también le permite actuar como una solución válida para el lateral. El salero lo pondrá desde Málaga Javi Ontiveros. Un extremo de pies rápidos, ritmo vertical y golpeo endiablado. Mientras que la referencia en ataque será Chris Ramos, el corazón amarillo. Puro sentimiento cadista. De ‘Cadi Cadi’ como diría cualquiera en un paseo por la Caleta, tomando café a los pies de la Catedral, o en plena ebullición de la gran fiesta carnavalera.
La de Chris Ramos no es una cara nueva, pero la ilusión que ha despertado el anuncio de su continuidad casi que podría equipararse al efecto producido por un fichaje de muchos quilates. El rey de la tacita se vestirá esta vez con finas sedas de plata, aunque su futuro apunta al oro. Chris Ramos será el emblema de este Cádiz que rebosa acento andaluz, donde otros muchos rinconcitos también estarán representados. El Puerto de Santa María del incombustible Iza Carcelén. También la Huelva y Chiclana de dos chicos de la cantera que irrumpirán con fuerza para reclamar su oportunidad como son De la Rosa y Bastida. También se espera que formen parte del plantel estandartes como Rubén Alcaraz, Fali y Gonzalo Escalante o, lo que es lo mismo, Barcelona, Valencia y Buenos Aires.
Pero como diría aquella célebre frase que de vez en cuando se nos escapa por la boca casi sin querer ante un arrebato cualquiera de rebeldía: “El gaditano nace donde le da la gana”. Porque sí. En caso de que al sueño le dé por hacerse realidad y el Cádiz CF termine celebrando el ascenso allá por finales del mes de mayo, nadie deberá mirar con extrañeza al que directamente corte la última ‘S’ del cántico ‘Somos de primera’ en la fiesta de celebración, por mucho que acostumbre desde la escuela a pronunciar cada sonido a la perfección. A todo esto… ¿realmente es esa la perfección? Bienvenidos a la Segunda División con más acento.