El Cádiz afrontará su próximo compromiso liguero con una ausencia notable en el centro del campo. Rubén Alcaraz vio la quinta amarilla del segundo ciclo de amonestaciones, lo que conlleva una jornada de sanción. Se trata de la décima cartulina para el jugador esta temporada. Por lo que no podrá estar disponible para el cuerpo técnico en el siguiente encuentro.
Pese a la baja, la situación no genera gran preocupación en el entorno cadista. El equipo no se juega objetivos clasificatorios en este tramo final de temporada. Tiene la permanencia asegurada y está sin opciones de pelear por el ascenso. Esta circunstancia facilita la gestión de sanciones. Y permite a jugadores como Alcaraz cumplir ciclos sin consecuencias deportivas de peso.
Una sanción estratégica pensando en la próxima campaña para el Cádiz
La decisión de ver la quinta amarilla en esta jornada puede interpretarse como una medida estratégica. De haber sido amonestado en la última fecha del campeonato, el centrocampista habría tenido que comenzar la próxima temporada cumpliendo sanción. De esta forma, limpia su historial de amonestaciones justo a tiempo. Y podrá estar disponible desde el inicio del próximo curso.
En clave de futuro, el Cádiz ya empieza a planificar su plantilla y su estrategia con vistas a la próxima campaña. Aunque este tramo final no tiene impacto clasificatorio, sí resulta útil para realizar pruebas, analizar rendimientos y liberar a jugadores de cargas que podrían afectar el arranque del siguiente proyecto. La ausencia de Rubén Alcaraz será una oportunidad para que otros futbolistas tomen protagonismo en el cierre de una temporada que ha resultado decepcionante a todas luces.
