La AD Ceuta sigue construyendo su regreso a lo grande al fútbol profesional. El ascenso ha desatado la ilusión de toda una ciudad. Pero también ha activado los engranajes del mercado. Y en ese escenario, el club ya apunta hacia su segundo objetivo de este verano. Un nombre que despierta emoción, identidad y talento: Anuar Mohamed Tuhami, más conocido como Anuar.
Nacido en Ceuta y formado en el Real Valladolid, este extremo de 30 años se encuentra libre tras finalizar su etapa en el conjunto pucelano. Su nombre no es uno más. Es un símbolo para la tierra. Y una posibilidad real para reforzar a un equipo que necesita experiencia y calidad para afrontar el reto de LaLiga Hypermotion.
Un regreso con alma y sentido
La operación tiene todos los ingredientes para convertirse en un golpe de efecto emocional y deportivo. Anuar no solo es un futbolista con recorrido en Primera División. También es un jugador con raíces profundas en la ciudad que ahora vibra con su equipo. El círculo puede cerrarse. Y sería hermoso.
El Ceuta ve en él una pieza clave para su proyecto: un jugador que entiende el juego, que aporta madurez, que suma desde el vestuario y que aún tiene cuerda para marcar diferencias. Su versatilidad, su inteligencia táctica y su capacidad de liderazgo lo convierten en un refuerzo ideal para una plantilla que afrontará uno de los años más exigentes de su historia.
Un paso más en la ambición ceutí
La dirección deportiva sigue trabajando con prudencia, pero con firmeza. El ascenso ha sido una recompensa merecida, pero también una responsabilidad. Ahora toca estar a la altura. Y en ese camino, incorporar talento con raíces locales no solo fortalece la plantilla, también estrecha el lazo entre club y afición.

Ceuta ha despertado. Ya no es un sueño. Es una realidad que se construye con cada paso. Si Anuar se une, lo hará desde la emoción y la convicción. Porque no hay mayor motivación que defender el escudo de tu tierra, frente a los ojos de los que te vieron crecer.
El mercado del Ceuta se mueve con corazón
El fichaje aún no está cerrado, pero las señales son claras. El interés existe. Y las piezas encajan. Si finalmente se concreta, será más que una llegada. Será un reencuentro. Y eso, en el mundo del fútbol, siempre es especial.
Ceuta no solo construye un equipo. Construye una historia. Y puede que Anuar sea uno de sus protagonistas.