El Granada CF cayó derrotado una vez más en un encuentro lejos del Nuevo Los Cármenes. El conjunto dirigido por Fran Escribá está mostrando dos caras muy distintas cuando juega como local y como visitante. Especialmente, desde la llegada al banquillo del entrenador valenciano. Lo más preocupante, sin embargo, no es ya el hecho de caer. También lo es la forma de hacerlo.
Segunda vez que el Granada se queda seco
Y es que la imagen que el conjunto nazarí ofreció en Málaga distó mucho de ser la de un aspirante al ascenso. El Málaga, envuelto en la lucha por la permanencia, mostró mayor ambición. También elevó por encima del Granada la intensidad y, con todo ello, logró superarle en juego y en el resultado. No puede el Granada extraer demasiado positivo del derbi andaluz.
De hecho, le ocurrió algo que es la segunda vez que le ocurre esta temporada. Le había sucedido, en este caso, en su feudo y ante el Cádiz. Un insulso empate a cero que no contentó a nadie. Y volvió a sucederle en Málaga, en otro enfrentamiento de rivalidad regional. El Granada no logró colocar ningún disparo entre los tres palos defendidos por Alfonso Herrero. Una señal inequívoca de las carencias que arrastra el equipo en fase ofensiva.
