El destino, con su trazo firme e ineludible, ha llevado a la UD Las Palmas de regreso a LaLiga Hypermotion. El descenso ya es matemático tras la derrota ante el Sevilla y la victoria del Alavés. Ese sueño en la élite se ha desvanecido en la jornada 35 de LaLiga EA Sports, y la afición amarilla vuelve a abrazar la realidad de una categoría que conoce bien, pero a la que no deseaba regresar tan pronto.
Las Palmas se ha convertido en un habitual de la Segunda División en la última década, con seis temporadas en la categoría de plata entre 2017 y 2023. Un recorrido que dejó huella, tanto en la memoria colectiva como en los jugadores que ahora, tras probar de nuevo las luces de Primera, deberán liderar la reconstrucción. Nombres como Álex Suárez, Álex Muñoz, Viti, Manu Fuster o Sandro Ramírez ya saben lo que es batallar en los campos de la Hypermotion. Y volverán a hacerlo ahora, con el escudo amarillo en el pecho.
El reto de la UD Las Palmas de retener talento clave
Sin embargo, no todo será sencillo. Futbolistas como Mika Mármol o Alberto Moleiro, grandes activos del club, tienen contrato en vigor pero su continuidad se antoja incierta. El mercado llamará a su puerta y Las Palmas tendrá que defender su patrimonio con inteligencia y convicción si quiere aspirar a un regreso inmediato.
El descenso duele, pero no derrota. La afición pío pío, fiel como pocas, volverá a poblar el Gran Canaria con la esperanza intacta. Porque la Segunda no es un castigo, sino un nuevo punto de partida. Las Palmas se reencuentra con una vieja conocida… y esta vez quiere que el adiós no tarde tanto en llegar.
