La SD Eibar afronta su cuarta temporada consecutiva en Segunda. Pocos retales quedan ya de aquel Dream Team de la categoría que armaron tras el descenso. Dicen que a la tercera va la vencida, aunque en este caso para los armeros también el tercer tiro salió desviado. Así pues, toca reinventarse para tratar de alcanzar la gloria en el cuarto. Esta es semana de estreno, sí. Y estas son las sensaciones que arroja un conjunto azulgrana que se resiste a la rendición.
Aprender a vivir sin Stoichkov
Para empezar, el conjunto vasco debería aprender a sobrevivir sin su estrella de las últimas temporadas. A Stoichkov por fin le ha llegado la oportunidad en Primera. Y la SD Eibar no le ha cortado las alas, ni mucho menos. Así, la nueva temporada se presenta con el reto de tratar de olvidar esa dependencia del gaditano. 45 goles y 12 asistencias en las últimas tres temporadas son los números que pueden generar preocupación en Joseba Etxeberría en cuanto a la merma de producción ofensiva por la marcha del andaluz.
En cualquier caso, se ha movido con rapidez el club para tratar de suplir a Juan Diego. La llegada de dos futbolistas se antoja clave para tal objetivo: Antonio Puertas y Martin Merquelanz. El primero, un futbolista muy del perfil del 19 recién salido. Un futbolista, el de Benahadux, que es ese perfil de extremo que va hacia dentro y al que se le caen los goles por llegada a área o por su gran golpeo. El rendimiento de Merquelanz trae consigo mayor incertidumbre, como consecuencia de la grave lesión que ha arrastrado en los últimos años.
La SD Eibar mantiene columna vertebral
Si bien es cierto que la renovación en la portería es total -con la salida de Luca Zidane al Granada-, en zona defensiva existe cierta continuidad. Berrocal y Arbilla se mantienen en zona central y Cristian en el lateral zurdo. La llegada de Cubero desde el Racing de Ferrol podría completar esa línea de cuatro, con Corpas como alternativa al lateral derecho.
Por delante, fundamental se antoja la presencia, una temporada más, de Matheus Pereira y Peru Nolaskoain. Esa pareja debería aportar estabilidad a la medular armera. Sergio Álvarez continúa aportando experiencia y sentimiento de pertenencia a una plantilla que se reinventa algo en la segunda línea ofensiva. Regresa Yanis de su cesión en Tenerife para el extremo y llega Xeber Alkain para completar la rotación en las bandas.
En punta de lanza, Jon Bautista tiene nueva compañía: Jorge Pascual y Slavy. Apuesta de presente y futuro la del punta almeriense, que ya debutó en Primera División con el Villarreal y como goleador en Europa con el submarino amarillo. Llega tras una temporada irregular en el filial amarillo, pero con toda el el hambre del mundo. Por su parte, Slavy llega con ese perfil joven que ha mostrado capacidad goleadora en 1RFEF. En ese sentido, cambio de apuesta en el perfil tras la salida de dos puntas veteranos como Quique y Qasmi.
Una alternativa sólida a los grandes aspirantes
Así, la SD Eibar y pese a que se ha ido diluyendo el apoyo económico resultante del descenso, continúa como alternativa sólida al ascenso. Y lo hace, entre otras cosas, porque la línea de trabajo tanto de club como de dirección deportiva es no sólo responsable, sino también muy estructurada. En definitiva, el mayor tesoro que posee el club armero, en la actualidad, podría considerarse el proyecto.
Proyecto de club y proyecto deportivo que, casi por inercia, conduce hacia la sostenibilidad. Se levanta el telón de la temporada 2024-25 en LaLiga Hypermotion. Y convendría no perder de vista a esta SD Eibar que se presenta esta vez como tapado, aunque asomando las patitas. Una temporada que, quizá, sea la definitiva. La que invite a disfrutar y, además, alcanzar el sueño del ascenso.